La «versión pasional» del clorindense que mató a un profesor en Santa Fé

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RÁPIDO TRÁMITE JUDICIAL – EL HECHO OCURRIÓ EL MÍERCOLES, EL AUTOR YA ESTÁ PRESO LUEGO DE ENTREGARSE A LA POLICIA. LA AUDIENCIA ORAL Y PÚBLICA SE REALIZÓ A 24 HORAS DEL SEPELIO DE LA VÍCTIMA.

En la audiencia oral y publica realizada este sábado, el acusado contó cómo lo mató y por qué lo hizo. También la reacción posterior, el negociado con un remisero para alejarse de la escena del crimen y la comunicación con su familia para contar lo que había hecho y organizar su salida de la ciudad y la posterior decisión de ir a la policía con su mamá para ponerse a disposición de un juez. A las 12:20 el Juez Penal Gonzalo Basualdo le impuso la prisión preventiva sin plazo y un tratamiento psiquiátrico.

Víctima: Profesor Raúl Vallejos  /  Acusado: Jonathan Roa  /   Juez: Gonzalo Basualdo  /  Defensora: Norma Senn   /   Fiscal: Alejandro Rodriguez. / Roa quedó alojado en la celaduría de la Unidad Regional IX de Reconquista (SF)

EL TESTIMONIO DE EL CLORINDENSE JONATHAN ROA

«Como ya saben yo estuve internado en El Buen Samaritano (centro de recuperación de adictos): Tuve problemas de adicciones, estuve internado desde el 8 de agosto, un año y ocho meses y ahí había conocido a Vallejos, es una persona que colabora con la obra. Yo solía compartir mucho con él mis cosas privadas, hasta que un día me propuso que vaya a vivir con él, que me iba a ayudar a salir adelante… con esas palabras siempre lo tuve en cuenta pero no terminé mi tratamiento, me faltaban tres meses, salí por mi cuenta, volví a mi hogar, volví a mis pagos Clorinda, Formosa. Desde ahí estuve con mi familia… trabajé en un supermercado, y luego me quede sin trabajo por la inundación que se vino desde Paraguay.

Encontré a Vallejos en el Facebook, empezamos a comunicarnos, me preguntaba cómo me iba y si estaba bien con mi familia, le conté que me costaba conseguir un trabajo fijo y me dijo que no me preocupe que él me iba a ayudar, que me quería, hable con mi mamá y le comente lo que él me había dicho, el hablo con mi mama también… Acepté, vine a su casa, me esperó en la terminal y de ahí me llevó a su casa, me invitó a comer y comimos.

El tenia solo un colchón de dos plazas y una cama de aire de una plaza…Ese mismo día intente inflarla pero no pudimos. Y bueno…me quedé a dormir con él. Todo marchaba bien, era una persona muy activa y a la vez muy cariñosa conmigo. Siempre solía repetirme lo mucho que me quería…Esos días yo seguía durmiendo con él en la misma habitación en el segundo piso. Lo raro que tenia es que me abrazaba y a la mañana solía despertarme con un beso. Yo le miraba el lado positivo, pensé que me quería como un padre, hasta que una noche se me reveló, intentó hacer cosas que yo no quería, me empezó a tocar las partes intimas y le dije que yo no soy así, me pidió perdón entonces no le dije más nada y seguí durmiendo.

La víctima.

Después intentó bajarme la ropa, ahí me puse nervioso…bajé a tomar un vaso de agua, estaba muy nervioso, no tenía como comunicarle a mi familia, contarles que me ayuden porque me quería ir, no tenía plata…me puse a pensar lo que me estaba haciendo, una situación incómoda para mi, hasta pensé en darle una paliza, entonces salí afuera, al patio de atrás, vi una manguera y la corté como para darle una paliza y recapacite. Subí arriba a la habitación y puse la manguera en mi cintura, las luces estaban todas apagadas, me acosté y siguió insistiendo, me empezó a besar el pecho, eso me dio bastante asco y supuestamente el me iba a ayudar a salir adelante y entonces lo agarré y lo empecé a ahorcar, sentí tanto asco que lo ahorqué fuerte, no con la intención de quitarle la vida…me sentí desesperado, lo corrí al costado de la cama y lo tapé con una toalla porque no podía verlo».

Luego Roa manifestó que, preparó su bolso, buscó un celular y llamó a su familia, les contó lo que estaba pasando y no podían creerlo. Su hermano le dijo que tratara de irse a la terminal y que después verían lo que hacían. así que salió de la casa y vio a un remis, con la excusa de que tenía a su novia enferma y que no tenia para pagarle intentó que lo llevara a la terminal pero el remisero se negó, entonces le ofreció a modo de pago entregarle un celular y una notebok por lo que finalmente el chofer accedió a trasladarlo.

Cuando llegó a la terminal Roa dijo que esperó el colectivo el que llegó a las 0:30 horas. Al llegar a Clorinda a las 8,30 le contó a su madre Pabla Pintos lo que había pasado. Juntos, fueron a la policía antidrogas y allí el joven declaró lo que había sucedido con el profesor.

Luego de todo lo narrado, el imputado expresó que ya en la ciudad de Vera había sido tratado psiquiátricamente porque padecía problemas alimentarios y se provocaba vómitos, tratamiento que al igual que el de adicciones nunca completó. También dijo que no puede dormir y que si bien su madre siempre lo ayudó no podía costearle en Clorinda ningún tratamiento a sus problemas.

Para finalizar, al pedido del Fiscal Alejandro Rodríguez de sí contestaría alguna pregunta, Jonathan indicó que no, y así terminó su declaración.

Fuente: ReconquistaHoy

 

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