Apagando un poco las incertidumbres

andres canton
Andrés Cantón.

Amigos, NO sabemos qué ocurrirá en el país a partir del 10 de diciembre, aunque, de alguna manera, dependerá también de cuanto haya ocurrido hasta entonces, y de lo que podamos aprender de estos años. Por lo pronto, queda un inmenso catálogo de daños, cuyo inventario, todavía inconcluso, incluye la destrucción del valor de la moneda y consecuentemente de los precios, pero también la de las infraestructuras, la degradación de la moral pública producida por la corrupción, la simbólica que resulta de la sistemática manipulación de los significados, la malversación de palabras que provocan emoción: IGUALDAD, , JUSTICIA, DERECHOS HUMANOS, INCLUSIÓN, a las que habrá que dar nuevamente el sentido que les fue sustraído.

De la moneda a los símbolos, lo que se fue arruinando son las referencias que organizan los intercambios sociales y permiten las conversaciones públicas sobre los problemas comunes.

No debe extrañar: el kirchnerismo nunca quiso mantener una conversación sobre LA REALIDAD, sino sustituir la realidad por la palabra, por su palabra, en un ejercicio de nominalismo extremo, CASI FANÁTICO, gracias al cual las cosas son el nombre que las nombra. Porque si lo real está siempre sujeto a interpretaciones, y lo que nos resulta posible conocer es el resultado del conflicto entre esas interpretaciones, entre versiones y argumentos discordantes, la pretensión de colocar en el sitio de la realidad la palabra emitida por el poder cancela todo argumento y toda disonancia.

El rasgo autoritario del kirchnerismo no estuvo en sus prácticas políticas, sino en sus esfuerzos discursivos por nombrarlo todo, por darle a todo un nombre ÚNICO Y DEFINITIVO.

De allí, también, la destrucción de las estadísticas, dada la resistencia de los números a ser manipulados. Amigos, si bien reza un dicho popular «MAL DE TODOS CONSUELO DE TONTO…» no creo sea una tarea fácil gobernar al país como no los ha dejado el Gobierno saliente… Pero tampoco creo y sostengo firmemente sea IMPOSIBLE ver a nuestra Argentina fuerte y feliz. (si lo desean llaméenme ILUSO) Pero es lo que creo y siento.

Andrés Cantón

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