Sin dudas que fue interesante ver y escuchar a los dos candidatos a Presidente que tiene el balotaje. Será recordado por la historia, y nosotros somos testigos presenciales de estos momentos.
Empero, las repercusiones en redes sociales, la calle, los amigos y los medios analizan quién ganó como si se tratara de un partido de fútbol. Sería más saludable saber si fue provechoso para la sociedad.
La emisión por TV tuvo picos de audiencia, similares a los que logra la selección argentina de fútbol.
Aparecieron los anti K-anti Scioli y los anti Macri fustigando al adversario como si fuera un enemigo.
En los nuevos tiempos de comunicación, no alcanza con escuchar a la gente (en recorridas políticas por la ciudad), ahora también hay que leerla (en redes sociales). Allí encontramos dos debates!!!, la que vieron los apasionados por Cambiemos y los enamorados del Frente Para La Victoria.
Además, se suma la mirada de los periodistas que buscamos otra mirada; pero lo más inesperado resulta una fotografía de Macri con su esposa y Scioli mirando que ganó espacio por sobre el contenido de cruce de ideas.
Para mi, este debate apuntaba a obtener votos de los indecisos, el 10 por ciento de los votantes de los argentinos en condiciones de votar. Pero surgieron todas las chicanas habidas y por haber, dentro y fuera del debate.
Es entendible que en dos o tres minutos no se pudieran desarrollar propuestas; el debate fue una puesta en escena televisiva que mostró sensaciones y actitud de los candidatos a suceder a Cristina Fernández de Kirchner.
El voto macrista o sciolista no se modificó con el debate de anoche. El objetivo del gobernador bonaerense y el jefe de gobierno porteño fue captar el voto del que está mirando «con la ñata contra el vidrio» las escenas de pugilato mediático entre unos y otros antes de decidir su voto.
Ojalá, a ese sector de la sociedad le haya servido: que los indecisos se hayan decidido por apoyar un candidato antes que votar en blanco.
El domingo 22 volverá a celebrase el día del pueblo, esas 10 horas donde el político se rinde ante la voluntad del soberano. VIVA LA DEMOCRACIA
Juan Coco
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