#Escribe: Carlos Alberto Roble / La noticia del ballotage fue sorpresiva. Tanto, que ni siquiera los principales protagonistas involucrados lo esperaban, ni de un lado ni del otro. El factor sorpresa demostró una vez más que en política nada está dicho, por lo tanto, las especulaciones previas, no pasan de ser eso, especulaciones, porque finalmente es el ciudadano, sólo – en el cuarto oscuro- quien decide lo que quiere elegir.
Una vez más , las tantas operaciones mediáticas del Grupo Clarín -queriendo instalar la idea del fraude o el clientelismo político- quedó totalmente descalificada , ya que al final fue el ciudadano libre y en soledad quien eligió en el cuarto oscuro y esta sí fue una batalla ganada a la manipulación informativa de estos medios monopólicos.
Es una innegable realidad que los cambios en la Argentina llegaron hace tiempo y no fueron justamente con globos amarillos.
Los cambios llegaron de la mano de Néstor Kirchner y el trabajo planificado junto a en equipo de Gobernadores, que como él soñaron y construyeron una Argentina federal, inclusiva y con derechos de tercera generación.
¿Que cometimos errores? , no lo vamos a negar. El que hace, puede equivocarse, porque quién hace se expone a márgenes de errores, quizá porque justamente el peronismo se nutre de hombres y mujeres que al construir le ponen más corazón de lo aconsejable y ven lo que otros jamás tendrán en cuenta: las necesidades y los derechos de los segmentos sociales más desprotegidos. Esta reivindicación de los derechos al pueblo y de los humildes, fue el blanco perfecto para los ataques mediáticos y la descalificación de un gobierno que siempre pugnò por la igualdad y la equidad de todos los argentinos.
Hubiera sido más fácil poner globos, que pelear por más derechos sociales. Pero elegimos otro camino: el de soñar con la igualdad y el de propiciar la equidad. Esto fue lo que incomodó a los que realmente tienen poder en Argentina. Molestó a los poderosos que sólo piensan en acumular poder y dinero a costa del sufrimiento del pueblo. Molestó a la oligarquía que teme perder sus privilegios . Pero los peronistas elegimos ser diferentes, elegimos dejar la vida en lo que realmente creemos y soñamos, como aquel 17 de octubre de 1945.
En pleno proceso de cambio y de construcción de una Argentina más justa y equitativa, este 22 de noviembre el pueblo argentino se encuentra en una encrucijada histórica de cara al ballotage. Por un lado, los globos amarillos, la música y el baile que dan un contexto de festivo, pero que no suman derechos de inclusión, no educan, no curan, no producen más democracia.
Son solamente espejismos, son solo espejitos de colores que nos ofrecen a cambio del oro de este pueblo. Por el otro, la continuidad de un proyecto inclusivo, de un proyecto pensado y llevado a cabo para todos y cada uno de los argentinos, sin importar el nombre de la provincia que ha nacido. De un proyecto para el cual, cada ciudadano, cada argentino tiene los mismos derechos y las mismas obligaciones. En síntesis de un proyecto que suma derechos, educación, salud y democracia. A mi entender, la cuestión es sencilla: o elegimos un país para todos, o uno, exclusivo para los privilegiados del centro del país.
Carlos Alberto Roble
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