En el día del pueblo, las sorpresas se la llevaron los candidatos

“La voz de la gente se oirá siempre” escribió Litto Nebbia en un clásico del rock nacional. En el día del pueblo, el domingo de elecciones, el soberano se hizo sentir y sorprendió a la clase política que supone  que “maneja” a la opinión pública y orienta su pensamiento desde un atril o detrás de un despacho.

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Jofré le puso el oído a la gente y ganó confianza y esperanza.

El Formosa, el “pueblo esclarecido” sacó de sus oficinas a 13 intendentes gildistas que iban por la reelección.

A no confundirse. Ni Macri, ni Jofré, ni Gildo fueron sorpresa. Las urnas sorprendieron a los candidatos dirigiendo su voto “a gusto y piaccere”.

El soberano impuso el “ñembo voto”: agarró todas las bolsitas y con “la panza llena” votó a quién quiso; agradeció el ripio de De Vido pero no lo votó (todas las acciones extemporáneas juegan en contra); aplaudió a Gildo cuando pidió “boleta azul completa”, pero en la capital el gobernador sacó menos votos que los candidatos a intendentes.

El nuevo panorama político que se abre a partir de los resultados electorales del domingo pone las barbas en remojo a muchos que habitan la casa vidriada de Belgrano al 800. La oposición, con resultados no completados, recuperó una banca de concejal en la capital, un intendente en el interior, una banca en Diputados y otra en la Cámara Baja (en el 2009 tenía 5 sobre 5, ahora tiene 3)

La oposición ubicaría en el recinto de la calle Uriburu, desde diciembre, otra vez a Osvaldo Zárate, Noelia Luna (presidente la JR), Antonella Maglietti (secretaria en Diputados de Buryaile) y también sería consagrado diputado el “joguista” Nene Saliva (restan escrutar mesas, pero hoy está mejor posicionado que el joven Fernando Galarza. El escrutinio definitivo tendrá la última palabra).

De acceder a la diputación nacional Martín Hernández, lo reemplazará “Taqui” Carabajal (Las Lomitas).

El “nuevo” Concejo de la era Jofré suma, además de Darío Di Martino, Cacho García y Juan Carlos Amarilla (reelectos) a Viviana Martínez (hija de Hilario-CGT); Rubén Rodríguez (asesor de Buryaile) y Luis Ferreira (del grupo del ministro Villalba).

LOS VOTOS DE JOFRÉ

El nuevo jefe comunal, otro ingeniero que cumple el ritual de salir de oficinas de obras públicas de Casa de Gobierno para desembarcar en la intendencia, había adelantado en QTH Radio que competía para ganar. Sentó posición para dejar en claro que no se conformaba para sumar votos. Un día después, en el mismo medio, Di Martino “marcó la cancha” a quienes metían presión con “el aparato” en el día de los comicio: “tenemos nomás la cara de tonto, pero no lo somos” desafió. Iban preparando el terreno anticipando como “jugarían” el domingo.

Las elecciones dejaron debates y mucho por analizar.

Recostado en un costoso golpe de efecto publicitario, las redes sociales y el contacto franco con la gente. Desde el propio “devidismo” reconocieron los aires de “campechano del Turco” que se impuso tranquilo sobre la gestión desgastada de Nando.

El fútbol potenció su figuración en sectores populares e “hizo correr la pelota” de su capacidad de trabajo.

Pero la clave fue el silencio. Jofré le puso el oído a la gente. “La escuchó, le puso el hombro”. Fue el que mejor interpretó al gobernador Insfrán cuando pidió que sus funcionarios “tengan olor a pueblo”.

Por estas horas, el “dueño de los votos de Formosa” con los resultados en manos “le sacará radiografía a todos, para contarle las costillas a cada uno”. El 11 de diciembre se verán los cambios del conductor.

LE GANÓ A LAS GRANDES Y CLÁSICAS ESTRUCTURAS

El ministro de Planificación tenía en los pasillos de Casa de Gobierno a sus principales adversarios. De Vido (que salió tercero) tenía el auspicio y respaldo político-económico del Jefe de Gabinete, Antonio Ferreyra, y el ministro de Economía, Jorge Ibáñez.

Sin embargo, el flamante intendente electo, sumó a Chiquito Villalba, Hugo Arrúa, radicales G y varios dirigentes “relegados a la segunda línea”. Con eso le bastó para dar el golpe en las urnas.

Los “altos funcionarios” deben saberlo: cambias con la gente o la gente te cambia.

En tanto, el dividismo busca a los mariscales de la derrota. No tendrán que mirar mucho “para afuera”; una seria autocrítica le ofrecerá una rápida respuesta. Sino, el morbo político se los va a devorar.

La política es cambiante, hay que adaptarse a los nuevos escenarios.

LO QUE VIENE

Con la mira puesta en el balotaje Macri-Scioli, el nuevo ajedrez político tendrá otra vez a Formosa en escena. “Las balas están picando cerca” comentó un ascensorista de Casa de Gobierno acostumbrado a ver subir y bajar a muchos encumbrados y desesperanzados.

Jofré “vendió” promesa de cambios profundos. Desde el 10 de diciembre los veremos en la cancha, veremos cómo se comportan sus pingos.

 

 

 

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