Efecto Tévez# Diario Crónica defiende a Formosa

En la edición de hoy 2 de septiembre, una columna de opinión del diario Crónica, la periodista Alicia Barrios describe otra realidad a la que vio el jugador de Boca cuando opinó sobre la pobreza. Aquí el artículo completo.

«NO HAY QUE ESCRIBIR EN CALIENTE»

Captura de pantalla de la edición online
Captura de pantalla de la edición online

Formosa, Las Vegas, no es. Ni lo será nunca, gracias a Dios. Hace un mes estuve en el Howard Johnson, en los mismos días que se alojó el plantel de Boca. Tevez tiene mundo, sabe bien que el hotel está en el marco de una provincia bellísima, pero está lejos de ser un cinco estrellas.

No hay cerca del Howard una Villa 31 frente al Sheraton, que está a la vista de Puerto Madero y de los espacios turísticos más concurridos de la Ciudad de Buenos Aires.

En el 2002, el índice de pobreza por persona ascendía al 78,3 bajando al 7,1 en el 2013. La mortalidad infantil del 30,5 por mil en 1995 se disminuyó a menos del 12 por mil. Más allá de las cifras, son vidas humanas las que se salvan.

Los mismos gobernadores reconocen que Gildo Insfrán supo aprovechar la inversión estatal que le permitió construir un hospital público de alta complejidad, muy inclusivo, que no sólo está al servicio del pueblo sino también asiste a los hermanos paraguayos.

Hay 1.100 escuelas con las cuales alcanzaron la escolaridad plena. El formoseño tiene, entre otros auspicios de singular calidad, alegría, dignidad, clase y el orgullo de haber nacido allí.

La costanera de 5 kilómetros, que bordea el río Paraguay, es la caminata obligada del atardecer. Uno siente nostalgia anticipada cuando ve caer el sol.

Es una ciudad limpia, donde quiera que sea, no importa la hora, siempre hay alguien barriendo. Su gente la cuida, la ama, por eso sufre, se siente herida, lastimada cuando la descalifican.

​Ellos salieron de pobres. Sólo quienes tenemos la oportunidad de conocerla a esta Hermosa de 60, podemos entender la razón por la cual nadie quiere emigrar de esa tierra. Unos besos en Formosa, en la laguna Herradura, previenen en la vejez el rictus de la amargura.

 

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