Por estas horas, en esta ciudad, sólo reinan dos colores: azul y amarillo. Es que la visita de Boca, que jugará aquí mañana, a las 19.30, ante Banfield, por los 16vos de final de la Copa Argentina, provocó una revolución. Miles de hinchas salieron a calle, con camisetas, banderas o cualquier tipo de símbolo xeneize. ¿Los objetivos? Dos: conseguir una entrada para el partido y recibir al plantel.
Desde ayer, los hinchas formaron más de siete cuadras de cola para conseguir una entrada popular, que se pusieron hoy a la venta. Carpas, reposeras o la incomodidad de la misma vereda. La vigila duró toda la noche y cualquier método era válido para la larga espera. Con las plateas, que ya se agotaron, sucedió algo similar durante el fin de semana.
Además, los fanáticos xeneizes también se repartieron por toda la ciudad para recibir al plantel. Algunos fueron al aeropuerto, otros apostaron por esperar en la puerta del hotel y los restantes cubrieron el camino que recorrerá el micro de Boca tras la llegada.
Boca irá con algunas variantes ante Banfield por la Copa Argentina en Formosa. Se verá el regreso del tucumano Sebastián Palacios y entrará Fernando Tobio en lugar de Alexis Rolín. El defensor uruguayo quedó descartado del once titular tras el encuentro ante Belgrano, donde terminó con una molestia en el muslo izquierdo.
El plantel xeneize viajó a Formosa y por la tarde del martes se entrenará en la cancha del club Sol de América. El conjunto de Rodolfo Arruabarrena se medirá ante el equipo de Matías Almeyda, por los 16avos de final de la Copa Argentina, este miércoles a las 19.30.