No serán 100 años de soledad

Una de las frases celebres de la obra de Gabriel García Márquez en “Cien años de Soledad”, cuando describe al mítico Macondo, reflexiona “Se sintió olvidado, no con el olvido remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte”. La mención viene a propósito de la falta de acompañamiento procesal que algunos querellantes en las causas por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar, venimos reclamando por parte de quienes están compelidos por las Convenciones y Pactos Internacionales de DDHH. Esa es la obligación del estado nacional que debe honrar y cumplir. En apariencia los Tratados Internaciones no son aplicables en Formosa.

Pero habiendo transcurrido diez años desde reinicio de los juicios por delitos de lesa humanidad la soledad de las victimas en el proceso, en el seguimiento técnico y trabajoso de los juicios, a lo que debe sumarse la inoperancia del MPF, configuraban un cuadro de desolación, en especial para las familias Carrillo, Bogarín y Mazacote que asumieron el rol de querellantes con la esperanza, nunca apagada, de tener la certeza del lugar donde escondieron los restos de sus seres queridos. A casi 40 años de sus desapariciones la Disposición Final al decir del genocida Jorge Rafael Videla fue la sentencia injusta de la omnipotencia fáctica.

En ese sentido las señales aparecidas recientemente preanuncian un sustancial cambio en el trámite de las causas y en el tratamiento a los familiares y víctimas.

En dicho calvario familiares y víctimas se mimetizan. El Dr. Carlos A. López de Belva director de la comisión de derechos humanos de la F.A.C.A. nos hizo saber de la presentación del Colegio de Abogados de Rosario para asumir el rol de querellante en las causas por delitos de lesa humanidad donde figuren abogados como victimas. El pasado 7 de Julio de se recordó el “Día Nacional del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado”.

En Formosa aún continua desaparecido el abogado Fausto Carrillo y una docena de colegas perdieron su libertad durante el terrorismo de estado, la mayoría de ellos además fueron torturados. Jueces y miembros del poder judicial también padecieron las mazmorras de la dictadura. En este tiempo se definen candidaturas que deben decidir la política de DDHH a partir del 10 de diciembre.

El único candidato presidencial que expresamente asumió un compromiso concreto, que avala con lo realizado en la provincia de Buenos Aires, es el Gobernador Daniel Scioli quien tiene como Secretario de DDHH a Guido “Kibo” Carlotto.

En ocasión de ser examinado públicamente por el panel de 678 (en realidad un grupo de “periodistas ex críticos” de Scioli) de la TVP hace unos días el gobernador ratificó que de acceder a la presidencia haría lo mismo que en la provincia en relación a los juicios. Afirmó que el estado debe ser querellante y que debe proveerse a la Justicia de los recursos necesarios para la prosecución de las causas, la detención de los represores prófugos y la persecución a la pata civil (jueces y empresarios) para que comparezcan a juicio y se defiendan de la manera que no lo pudieron hacer las víctimas.

También la Procuraduría General de la Nación responderá a esta demanda de acuerdo al trámite de planteos formulados.

Eduardo Galeano nos enseñaba que “No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la memoria humana se niega a callarse la boca. El tiempo que fue sigue latiendo vivo, dentro del tiempo que es…”.

Williams Dardo Caraballo

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