La oposición quiere recuperar una banca nacional y el PJ se fortalece detrás de una interna de ministros

Hay varios hechos ya «naturalizados» entre los formoseño. A saber, el ingreso permanente de contrabando desde Paraguay; que “el Mercadito” tiene baja calidad de mercadería pero es el lugar en el que todos compramos; la droga que inunda los barrios de la ciudad y también que “acá, a las elecciones la gana el peronismo”.

En este contexto, también “queda descartado” que “Gildo es gobernador” y es “el líder” y “el jefe”. El que decide todo o casi todo lo que se hace y deja de hacer en Formosa desde diciembre del año 1995. Todo lo bueno, todo lo malo.

Frente a ese panorama, la oposición se anima a desafiar “la siempre bien cargada birome del estado”, que en manos del hombre de Laguna Blanca, es capaz firmar decretos, cheques o proyectos que terminan aprobados en Legislatura sin que le tiemble la mano. Siempre son decisiones de peso.

Con la Ley de Lemas como estandarte, menos para la categoría gobernador y vice, Insfrán regula el poder de unos y otros dentro de su partido; pero siempre “sumando” para mantener su poder inalterable.

Justamente ese artilugio electoral es que pretende utilizar la UCR este año en las elecciones de octubre para recuperar un diputado nacional de los tres que se renuevan en la Cámara Baja (las bancas de Basterra-Lotto-Donkin).

Cómo? El precandidato que gane las PASO (Martín Hernández o José Blasich) podrían estar en las boletas electorales que postulan a Presidente a Macri, a Massa y algún otro más.

Si la justicia electoral lo permite, se modificarán los escenarios del 2007 y 2011 cuando Cristina Kirchner arrasaba en las urnas y la oposición llevaba candidatos débiles -Lavagna y Alfonsín- y en el cuarto oscuro la oposición se mostraba fraccionada a la hora de sumar votos.

El PJ triplicaba en votos –rondando el 75/80%- y sin problemas sentaba tres formoseños que levantan la mano a favor del kirchnerismo.

La oposición, en los papeles, ahora se muestra bajo un mismo “paraguas electoral” y buscará nacionalizar las elecciones y favorecer “por arrastre” a los candidatos locales.

Desde el oficialismo, con mucho respaldo publicitario, llevará a la provincialización de la campaña fortaleciendo la figura del invicto en las urnas.

Difícilmente se desdoblen las elecciones, encontraremos largas boletas que tendrán cerca de un metro de largo… y cortarla será “un problema”.

Pero parte de la jugada de Insfrán está en sus ministros. “A todos nos tirá un hueso allá lejos”, comentó uno de ellos. Grafica la realidad de los meses que se vienen. Décima, Jofré, Villalba, Ibáñez deberán ratificar la permanencia en su sillones con muchos votos que respalden al dueño de las llaves del principal despacho de Casa de Gobierno.

Todos con sus sublemas, todos a sumar, todos están nominados. A todos le van a “contar las costillas”.