Los padres Adrian y Gabriel, juntamente con el hermano (laico consagrado) Lucas lograron hacer desistir de la intención de suicidarse a un joven que estaba arriba del techo del edificio en torre de la calle Brandsen (entre 9 de Julio y Sarmiento) con la decisión tomada de suicidarse arrojándose de la edificación de 5 pisos. «Fue un regalo de Dios poder ayudar a este joven» dijo el padre Botta a QTH Radio.
Los religiosos de la Iglesia Don Bosco subieron al lugar donde estaba el muchacho recién salido de la adolescencia y lo convencieron de bajar.
La dura historia del joven -que no contaremos por respeto- era el motivo que lo llevaba a esa determinación.
Abajo, alertados por los vecinos, habían llegado personal de Bomberos, policías y profesionales del SIPEC.
Por las redes sociales comenzó a viralizarse la información que finalizó sin tragedia, pero que debe continuar con atención especializada para contener al pibe que fue trasladado en una ambulancia a un centro de atención, luego de rezar «un rato» en la iglesia. «Tiempo atrás» estuvo alojado en el Hogar Don Bosco.
Sería interesante que autoridades se comuniquen con la Iglesia Don Bosco. Será de mucho utilidad una ayuda para permitir la recuperación social del muchacho.
