Las máquinas pesadas «dejaron» parte de la tierra removida al costado de los desagues. Cuando volvió a llover, el agua acumulada quedó «en medio de la calle» y no escurrió porque el trabajo no se culminó como corresponde.
Las máquinas pesadas «dejaron» parte de la tierra removida al costado de los desagues. Cuando volvió a llover, el agua acumulada quedó «en medio de la calle» y no escurrió porque el trabajo no se culminó como corresponde.