Las calles Corrientes (frente al Colegio Adventista y el kartódromo) y Saavedra (detrás del estadio de la Liga) recibieron la visita de las máquinas de la municipalidad local antes de la lluvia de los últimos días para hacer «un necesario cuneteo».
Pero el trabajo de perfilado se «hizo a medias», convirtiendo las calles de tierra en «una cuneta» porque no se terminó las tareas de abovedado.
Las máquinas pesadas «dejaron» parte de la tierra removida al costado de los desagues. Cuando volvió a llover, el agua acumulada quedó «en medio de la calle» y no escurrió porque el trabajo no se culminó como corresponde.
