«Investigan en Formosa una red ilegal de escuchas telefónicas»

ARCHIVO/diario Clarín del 05 de septiembre de 1996. (ver)

La nota textual:

Estaban «tomados» teléfonos del Obispado, de políticos y periodistas · Vinculan al caso a un senador nacional y a un diputado del PJ · El principal imputado es un policía de la provincia.

tapa clarin septiembre 1996
La tapa de septiembre del 96.

La Justicia Federal de Formosa investiga un caso de escuchas telefónicas ilegales, tras comprobar la existencia de cableados en paralelo y de casetes con conversaciones grabadas de políticos y periodistas, además de espionaje telefónico alObispado y la parroquia María Madre de la Iglesia, donde funciona el grupo de Pastoral Social provincial.

Ayer el principal imputado en la causa, un suboficial de la Policía provincial, se negó a declarar ante el juez federal Marcos Quinteros. El policía Teófilo Alvarez «que podría ser procesado» fue reconocido por los vecinos como el habitante de una casa desde donde, supuestamente, se realizaba el espionaje.

Ayer, los diputados de la UCR anticiparon que pedirán la interpelación del ministro de gobierno Reynaldo Benítez.

La punta del ovillo

Las primeras denuncias se conocieron en marzo pasado, cuando el abogado Pedro Velázquez Ibarra «ex apoderado del PJ formoseño y, el año pasado, candidato a gobernador por el Frepaso» encontró un cable telefónico que, desde su estudio, recorría unos 70 metros hasta el edificio de la Jefatura de Policía provincial.

Según contó Velázquez Ibarra a Clarín, primero pensó que sería un «locutorio trucho», a raíz del cable conectado a su línea. Por eso hizo la denuncia ante la Gendarmería y el juez federal, quienes descubrieron que la línea «ya cortada» desembocaba en la ventana del despacho del jefe de la División Información de la Policía, comisario general Aníbal Velotto.

«Ese día pudimos ingresar después de un largo rato «contó el abogado», y cuando llegamos a la oficina el juez pudo ver claramente sobre la alfombra la huella del mueble con los aparatos grabadores, que minutos antes estaba allí.» Velázquez Ibarra asegura que «detrás de todo esto están el ex gobernador y actual diputado nacional Vicente Joga y el comisario retirado Manuel Blas Aranda, vinculado a los grupos de tareas durante la época de la represión y después fue jefe de la Policía durante 12 años».

Un diario y la Iglesia

Tras aquella primera denuncia, Velázquez Ibarra sumó otras pruebas. Descubrió la existencia de al menos dos «casas operativas» en diferentes puntos, desde donde se «tomaban» las líneas.

Cuando llegó con el juez a la primera de ellas «la que habitaba el policía Alvarez», descubrieronvarios cables cortados colgando desde un árbol. Uno correspondía a una línea del diario El Comercial, que inmediatamente se constituyó en querellante, además de hacer la denuncia ante la Asociación de Diarios del Interior.

El lunes pasado se descubrió otra «casa operativa» hacia la que llegaban diferentes cables telefónicos. Esta vez, los teléfonos «tomados» pertenecían al Obispado y a la capilla María Madre de la Iglesia, ubicados a unas siete cuadras.

En la capilla se reúne habitualmente el grupo de Pastoral Social de la Iglesia formoseña «que no hace mucho difundió un durísimo documentosobre la situación social», además del Movimiento Agrario provincial.

Los antecedentes

El de Formosa no es el primer caso de espionaje telefónico conocido en los últimos tiempos. En La Pampa se denunció que con un sistema similar (cables directamente conectados a las cajas telefónicas), se escuchaban conversaciones del gobernador Rubén Marín.

También se conocieron grabaciones telefónicas en la sede del Ministerio de Defensa «en los últimos días de Oscar Camilión como ministro», aunque esta vez se usó un sistema más sofisticado para grabar, incluso, las comunicaciones de teléfonos celulares.

 

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