La carta de la hija de Capitanich, el día que renunció Coqui

La hija mayor del ahora ex jefe de Gabinete, Guillermina Capitanich, escribió una suerte de crónica sobre cómo recibió la noticia de que su padre dejaba las funciones al lado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y la compartió en con el diario chaqueño TAG.

Escribió sobre el kirchnerismo, la agresiones que sufrió durante el periodo en que Capitanich estuvo a cargo de la Jefatura de Gabinete y contó intimidades del proceso familiar que vivió junto a su padre en el último año.

LA EXTENSA CARTA DE GUILLERMINA

guillermina coqui capitanich
El gobernador chaqueño y su hija. Foto: diario TAG

 

Estaba caminando sola, por la calle… caminaba y no me desconectaba. Tenía el celular en la mano. Abro Facebook y veo: “Nuevos cambios en el gabinete”. Nadie puede llegar a entender la felicidad que sentí en ese momento. Creo que era capaz de contárselo a cualquiera que se me cruzara por la calle, aunque no lo conociera.

Quiero hacer como si fuese Febrero 2016, como si ya tuviese el título de Licenciada en Comunicación Social en la mano y… me quiero sentir periodista. Voy a hablar desde un lado ultra subjetivo.

Todavía me acuerdo el día que me enteré que mi viejo iba a ser Jefe de Gabinete. Me estaba por ir a comer a lo de mi novio. Terminé de ponerme el perfume y, como siempre mientras hago cualquier cosa, estaba la tele prendida. TN. Alfredo Scoccimarro (vocero presidencial) anunciaba cambios en el gabinete. Estábamos las tres en mi cuarto (Fer, Jor y yo). Fer me dice: Quedate un minuto. El primer anuncio era que Capitanich iba a ser jefe de gabinete. Me quedé helada. Boquiabierta. Sabía que esto iba a ser un cambio rotundo. Mi vida iba a cambiar. Todo iba a ser más expuesto.

Así que lo llamé a papá para felicitarlo y le pregunté: ¿qué va a ser de nosotras? “Todo va a ser igual que antes…”

Llegue a lo de mi novio. Con mi queridísima suegra (Grace) sacamos una deducción: o esto lo hace mierda o lo tira para adelante. Ya todos sabemos cuál fue la respuesta.

“El fenómeno del Kirchnerismo sólo lo vamos a entender nosotras, Guille, que lo vivimos desde adentro”, me dijo mi hermana de 17 años una vez luego de que yo me había estado quejando de la agresión que veía por parte de la gente. Y así es.

Aprendí muchas cosas en este ciclo. Tantas que no se dan una idea. Aprendí a ser más fuerte. “Ninguna chica de 20 años se banca las cosas que te bancas vos”, me dijo papá una vez. Le sonreí. Verlo a él tan fuerte me daban ganas de serlo yo también, de imitarlo.

Aprendí y viví muchas cosas. Sufrí calumnias, agravios, injurias sin necesidad alguna. Me limité a decir muchas cosas. Me tuve que cerrar Twitter y Facebook (herramientas que, claramente, por lo que estudio me son indispensables) porque la gente me bardeaba. No sólo eso, sino que, además, me crearon una cuenta trucha de Twitter y salieron a decir cosas que nada tiene que ver con mi pensamiento.

PARA MI hoy el cargo lo deja uno de los hombres más capacitados e inteligentes que vi en mi vida. No es fácil poner la cara todas las mañanas. No es fácil tener que bancarte que te digan chorro, corrupto, pelotudo, hijo de puta todos los días. No es fácil. Hay que tener mucha fuerza y entereza.

«Pero así es la política; hoy estás allá arriba y mañana ahí abajo. O viceversa. Hoy te quieren y mañana te odian» (Guillermina Capitanich).

En noviembre del 2003 asumió siendo “el ministro con superpoderes” hoy se va el “Capitanich que entró con ambiciones de ser presidente y se va con la imagen desgastada”… como si supieran cuántas ambiciones tenía papá de ser presidente.

Pero claro, nadie rescata que, en un punto le dio a los medios lo que ellos querían: comunicación todas las mañanas, nadie rescata (y lo digo porque lo viví) que se ha quedado noches enteras sin dormir porque había problemas en el país y aun así iba al día siguiente, a las 7.45 a la conferencia de prensa. “Hoy no vayas, un día que no vayas no pasa nada” le decíamos y su respuesta siempre era “Del trabajo a la casa y de la casa al trabajo, como decía el General Perón”

No puedo estar más orgullosa. Hoy se va un Jefe de Gabinete con, como muchos dicen, una imagen desgastada. Pero vuelve a Chaco; el lugar donde el pueblo lo votó y reeligió por un 67%. Pocos ganan con ese número.

En democracia, el voto te muestra lo que la gente quiere. La gente en Chaco (donde SI hizo SU gestión, a SU manera); no tengo duda que lo quiere.

Entre tantos agravios, una vez, me tomé el tiempo de contestarle a una señora. No podía creer, entender cómo una mujer de 40 años me estaba bardeando. Yo pensaba: ¿tiene hijos Señora, ese es ejemplo que le da?

Entonces le respondí: “Son tiempos difíciles en la Argentina. Hay mucha polarización. MUCHA. Pero todo empieza por nosotros”.

Un llamado a la reflexión, en estos tiempos, en lo que sos o kirchnerista o antikirchnerista y todas esas pelotudeces… seamos respetuosos. Y podrán decir: pero si este gobierno no me respeta, se me ríe en la cara y bla bla bla pero entonces, si de verdad quieren un cambio para el 2015: empiecen por ustedes.

El respeto es la base de todo. La educación primera está en la casa. Muchos que lean esto podrán decir: vos sos una pelotuda igual que tu padre, hija de puta y bla bla bla nuevamente pero les puedo asegurar que lo que SÍ soy es respetuosa. Y respeto. Respeto porque SE lo que es ser insultada sin sentido alguno. Respeto porque entiendo que hay diversidad de pensamientos. Respeto porque no me gusta escuchar que se le dice “Hija de puta/chorro/conchudo/forro y bla bla” a las autoridades; no me parece ético.

Simplemente eso. Por último, agradecerles a todas las personas que estuvieron para mi en los momentos más difíciles, en los momentos en que sentí que tener un papá en el gobierno hoy en día no me iba a ser fácil. En el momento que me estaba a punto de caer, gracias por levantarme. GRACIAS infinitas a mi novio, mis amigas (no las nombro pero ellas saben quienes son), a mi tía, a mi hermana. Gracias. Y GRACIAS a la gente que yo creí que me llevaba bien por abrirme los ojos cuando, como unos irrespetuosos, pusieron cosas/dijeron cosas espantosas de mi viejo. Gracias a esas personas, de verdad, porque me hicieron darme cuenta que NO son personas para tener al lado, son personas miserables e irrespetuosas.

Gracias a todos los que no comparten ideologías politicas con mi padre o (como muchos dicen) “les parece un pelotudo” y sin embargo me respetaron. Gracias.

Como conclusión; empecemos por uno. Es MUY fácil putear al gobierno y echarle la culpa a otros, pero todo está en uno. Pongamos nuestro granito de arena para cambiar la sociedad Argentina que tan mal está…. Por que, como siempre digo, “misionando” y después puteando a una mina diciéndole que su papá es un chorro afuera del boliche (como me lo han hecho) es pura careteada. Misionar y ser buena persona de verdad, eso sí es contribuir con el grano de arena.

Y ahora sí, no puedo estar más orgullosa de mi viejo. No me da ni un poco de vergüenza. Al contrario, pienso en el y siento orgullo. Nadie tiene idea (ni tampoco por qué saberlo) de todas las cosas por las cuales pasamos. Él, llevando la vida que tiene, nunca nos soltó la mano. Siempre al pie de la letra. Eso sí que lo caracteriza.

Para mi hoy se va un grande y yo me paro y lo aplaudo.

 

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