Radicalismo formoseño ¿En liquidación?

Por: Rubén Orlando Giménez / Desde el otro lado del Bermejo.  
O Macri o Massa. Esas son las opciones que exploran los gerentes radicales. Tan absortos están los opositores planta permanente de Formosa en mantener su rol de recolectores los mendrugos que caen de la mesa del poder, que ya ni siquiera adoptan posiciones filosóficas coherentes.
Leandro Alem se quitó la vida como último acto de rebeldía contra el régimen falaz y descreído y quienes se dicen sus herederos, dan la vida y entregan los principios partidarios por preservar un cargo, un “empleo” legislativo o simplemente para que le tiren algún contrato amañado de los negocios del Estado si figuran como monotributistas en la AFIP.
Orlando Giménez
Orlando Giménez

Al igual que la gerencia nacional hay radicales que gozan entregándose a la lujuria del poder. El grupo de los “eternos adolescentes” que supieron ser parte de la pujante Juventud Radical y la Franja Morada de los 80 y 90 ahora duermen acunados al calor del poder político provincial al crear la agrupación “Leopoldo Moreau”.

Fueron llevados hasta ahí por el siempre pragmático intendente de Villa Escolar Miguel Insfrán, hombre que supo disfrutar las mieles del poder partidario  y hasta fue electo Diputado Nacional.
En estas filas se integran el “play boy” clorindense Carlos Ortega; el firmador de guías para camiones jaula Pedro Guanes, entre otros punteros a sueldo que en sus tiempos radicales supieron reportar al magliettismo, al pereyrismo, al lozismo, al fernandezbedoyismo, montoyismo, peyrosismo, hernandismo y cuanto “ismo” radical les garantizara un contrato de “asesor” cuando estos movimientos tenían cupo.
Así, dirigentes que nunca tuvieron predicamento real en las tropas internas de la UCR formoseña pero que si supieron disfrutar de categorías en el Concejo Deliberante, en la Legislatura Provincial y varios de ellos hasta lograron ingresar a la Planta Permanente del estado nacional de la mano del Delarruismo -cuando la angurria de los actuales gerentes radicales no les pudo garantizar ese disfrute- hicieron la gran “Hugo Bay” y se enrolaron en el gildismo y ahora hasta dan cátedra de peronismo secular.
LOS DUEÑOS DEL SELLO
Ricardo Buryaile

Los que manejan el sello partidario tampoco le van a la zaga. El becario del Senado, hombre que el 11 de diciembre de 1999, con un día de concejal supo responder a este periodista cuando le preguntó ¿Qué tienen pensado hacer para defender la gestión de Hernández? “Vamos a hacer lo que le conviene al bloque”.

Frase que –a tres lustros- se entiende cabalmente remplazando la palabra “bloque” por Luis Naindenoff, piensa en resucitar al “muerto político” más importante de la provincia de Formosa: Vicente Joga, ex gobernador que no tiene ninguna posibilidad de tener éxito electoral pero que porta el pomposo cargo de “coordinador para el NEA de la campaña “Massa 2015”.
Luis Naidenoff

La decisión de Massa de confiar el armado electoral de cuatro provincias a una figura desgastada, que con solo decir que es él, basta y sobra para que los dirigentes peronistas no K de Chaco, Corrientes y Misiones sonrían socarronamente porque la carcajada estentórea sería de mala educación, muestra la fragilidad del armado territorial del ex intendente de Tigre que no pasa de ser un dirigente municipal con mucha prensa y por eso su desesperación de sacarse una “selfie” con cuanto radical del interior se encuentra. Buena para colgarla en el “feis” o en el “tuit”, pero que a la hora de sumar votos no cuenta.

Tan poco pesa la figura de Vicente Joga que, en Corrientes, Massa prefiere concurrir a los actos que organiza un partido provincial denominado Encuentro Liberal, cuyo máximo referente sostiene esa estructura desde la Presidencia de la Cámara de Diputados de la Provincia, algo que no tiene mucho futuro porque cuando a Pedro Cassani se le termine el mandato se termina el financiamiento al “liberalismo moderno” como gustan en llamarse estos conservadores.
El gobernador con dirigentes radicales  en el quinto piso.
Después está el hacendado seductor que explota sus vínculos con el empresariado ruralista para hacer carrera política.
Ahora que el radicalismo ya no alcanza para hacer crecer sus aspiraciones  propone sumarse a las pretensiones de proyección nacional de otro dirigente municipal que también se desespera por mostrar en los medios nacionales fotos con algún dirigente radical.
Claro que para Ricardo Buryaile Mauricio Macri tiene otro valor agregado, cuenta con el presupuesto de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo que garantiza fondos frescos para la campaña y acceso a las notas de los medios porteños, porque pese a que todos proponen cambio, más federalismo y mejor atención al interior todavía creen eso de que Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires.
Como puede verse el radicalismo formoseño está en liquidación, quizás por eso ese veterano líder y luchador radical Alberto Maglietti, decidió darle vacaciones a su viejo corazón y se dejó morir como Alem, para evitar ser testigo de cómo los dirigentes actuales rematan al centenario partido; el de la defensa de la República y la democracia como si fueran los saldos y retazos de un bazar de esos que se popularizaron en los 90 a “todo por 2 pesos”.
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