Platea multicolor. Había hinchas de muchos clubes locales.
El resultado, faltando cerca de 20 minutos, era muy difícil de levantar (5 a 1 en el global) y varios hinchada decana rompió el alambrado de las populares e ingresó al campo.
En las plateas, la hinchada «multicolor, con simpatizantes de varios clubes formoseños», se resignaba y coincidía con las críticas al árbitro que colaboró con los rojiblancos paranaenses cuando decidían «hacer tiempo».
«Los de Entre Ríos pusieron un freezer en el partido, y el árbitro lo enchufó» se escuchaba entre plateístas formoseños que, también pedían que el Decano «ponga más huevos». El punto cúlmine fue cuando el juez puso su pie sobre la pelota, cuando promediaba el primer tiempo, y se ató los cordones de sus botines.
Todo se desmadró. Volaron proyectiles a los jueces de línea y los jugadores de ambos equipos abandonaron la cancha y aún, rumbo al esatadio, los hinchas de Patria que lograron ingresar al campo de juego continuaban pidiendo camisetas al equipo que estaba perdiendo la posibilidad de concretar el sueño local.
Fue vergonzoso, triste, lamentable. Se impidió que muchos amantes del deporte de la redonda rindan tributo con un aplauso a un equipo que a base de buen juego, goles y humildad estuvo a un paso de volver a meterse en la historia grande del fútbol de Formosa.
