PUBLICADO EN DIARIO FORMOSA EXPRES ESTE DOMINGO. Cuando los medios de prensa cuestionan o alaban a un gobierno pasa a ser calificado de opositor u oficialista; sin grises.
Esto ocurre porque la clase política se ha preocupado tanto en los medios, que los periodistas terminan contestando a los funcionarios y convierten un micrófono en un arma política. Estas situaciones finalizan, casi siempre, en peleas «al aire», con chicaneos y acusaciones entre periodistas, dejando de lado la objetividad.
Entonces, la sociedad que queda “en el medio de esas batallas” descree de ambos, desconfía de todos. Los oyentes, lectores y televidentes son objeto de políticos y comunicadores que pretenden “llenarle la cabeza” con sus conceptos e ideales.
Por eso, la audiencia y la credibilidad son más importantes que la noticia misma. No alcanza con decirlo, hay que analizar también quien lo dice, dónde y cuántos seguidores tiene el comunicador o “vocero”.
Se podrá arreglar un transmisor, arreglar una antena, reparar una rotativa, pero cuando perdés la confianza de la gente….. ya no se recupera nunca más.
Pero no hay que subestimar a la gente; la Ley de Medios “abrió la jugada” y los pasivos formoseños tienen variedad de formas de comunicarse.
Pero, porqué muchos quieren llegar a un diario antes a la justicia?, simple: la condena social es más rápida y contundente. Son tiempos en que los periodistas son fiscales y la audiencia hace justicia a su manera expresándose en redes sociales con total libertad y sin filtros.
Escucha a todos, pero no es tonta. Sabe sacar conclusiones.
COMO ESTA EL VASO?
A horas de conocerse el informe que Jorge Lanata grabó el oeste formoseño, ya surgen críticas y objeciones: “Lanata miente”, dicen algunos.
Del otro lado responden “Lanata cuenta la verdad”. Digan lo que quieran, el formoseño sabe distinguir lo bueno y lo malo.
Por más que los medios oficiales y sus satélites abonen la idea de que “todo está bien”, y los opositores digan que “todo está mal”, la única verdad es la realidad y se siente en la calle.
La inseguridad, tema que en Formosa no es analizada por la TV porteña, marca la agenda de las familias. Sin embargo, Lapacho –por ejemplo- tiene analistas de moda, de política y de deportes; pero no hay columnistas ni programas policiales que muestren el día a día de la ciudad, ni ofrece las maneras de prevenir delitos.
ABORÍGENES 2.0
Allá por el año 94, los parlamentarios formoseños elegidos para modificar la Constitución Nacional, fueron protagonistas y el proyecto de agregar derechos a los aborígenes tuvo aprobación por unanimidad.
Años después, la generación 2.0 de los originarios tiene radios, usa redes sociales y es mediático. Antes, juntos, defendía sus derechos.
Ahora, los blancos le dieron cargos, llegó la plata a las comunidades; desembarcó la política, se pelearon y se dividieron.
En estos tiempos hay defensores y opositores al gobierno de Insfrán. Todo se desmadró. Hoy importan más las ideologías, las apetencias personales y el dinero que los derechos de todos. Los aborígenes formoseños dejaron de ser -solamente- inocentes cazadores y pescadores.
En otra ocasión se discutirá si esta situación es buena o mala. Lo cierto es que todo a cambiado.
Buen fin de semana, a pasarla en familia.
