Los pies descalzos se meten en el barro de las precarias casillas de chapa de cartón que el gobierno provincial otorgó a los inundados. Las frías noches hacen temblar los cuerpos humedecidos de muchos pibes bajo una llovizna dañina. La madre naturaleza castigó y, como siempre, el más perjudicado es el pobre.
Un poco más acá, lucen majestuosos estadios modelos, clubes repletos de fotos del gobernador y consignas de gobierno, casas de la Solidaridad, espacios deportivos cubiertos y cientos de obras que son orgullo de la gestión Insfrán.
En el medio, el sentido común. Ese que soluciona los problemas complejos y simples. En el medio, un techo, un piso seco, una pared que cubra el viento frio de invierno, un formoseño angustiado porque el agua lo desalojó de su casa en la ribera del río.
“Donde hay una necesidad, nace un derecho”. Esos formoseños bien nacidos la están pasando mal y tienen el derecho de ser asistidos con todo lo que estuviera al alcance de las autoridades que administran la plata del pueblo.
FORMOSA AYUDA A FORMOSA
La solidaridad, ese arma escondida que tienen los nativos del imperio del verde, se expresó bajo el agua con la cruzada “Formosa ayuda a Formosa”.
Allí no hubo distingos: en auto, camioneta, remise, caminando, bicicleta o moto se movilizaron para hacer llegar un aporte para los evacuados. No se metió la política ni los políticos; y la ayuda (luego de clasificada) iba directamente a los barrios carenciados en camiones del Ejército.
Sin filtros y con decenas de voluntarios que se sumaron a una causa digna y necesaria. Fue un desfile, quizás un homenaje, a los heroicos soñadores que impulsaron la provincialización de Formosa, hace 59 años.
NI CLUBES NI CASAS DE LA SOLIDARIDAD PARA LOS INUNDADOS
El intendente Fernando De Vido descartó ayer el uso de clubes deportivos para convertirlos en provisorios centros de evacuados.
El titular del IPS, Hugo Arrúa, tuvo la misma respuesta cuando se le consultó por la posibilidad de utilizar como albergue de emergencia a las 14 casas de la Solidaridad que existen en la ciudad.
PORQUÉ?
Porque hay que esperar que venga lo mejor?. Porque no se agiliza la terminación de cientos de módulos habitacionales en el barrio 7 de Mayo para asignarle un propietario?. Porqué hay que soportar la crecida del río con “fe y esperanza”?. Porque no se protege de seguras enfermedades a los castigados formoseños en hermosos edificios que se multiplican en la ciudad? Porqué el kartódromo de Formosa luce mejor que cualquier centro de evacuados? Porque los inundados tienen que conformarse con una casa de chapa de cartón? Porque no se planificó la ciudad para una emergencia hídrica?
«A CONFESIÓN SE PARTES, RELEVO DE PRUEBAS»
El intendente de Clorinda, Manuel Celauro; el ministro de Gobierno, Jorge González y muchos vecinos de la segunda ciudad coincidieron: las bombas de desagote no funcionaron el día del temporal de lluvia. El senador Mayans aseguró que fue “un problemita” y defendió al empresario a cargo del mantenimiento que falló cuando más se lo necesitaba.
Con esas “declaraciones” de funcionarios peronistas, el radicalismo fue a la devastada Clorinda y presentó una denuncia penal por estrago doloso y culposo. “Alguien tiene que pagar esta desidia» aseguró el senador Naidenoff.
El gildismo, por estos días, perdió el norte. No tiene a quien culpar del escenario adverso que le presentó la naturaleza y la falta de sentido común para solucionar problemas. Ni Lanata, ni Clarín, ni la oposición, ni los medios críticos tienen la decisión de destinar los techos azules para proteger niños, mujeres y hombres formoseños que mastican bronca en medio del lodazal y la incertidumbre.
Un aporte: si la decisión tomada es no ofrecer los techos azules para proteger inundados, se podrá utilizar las enormes carpas contratadas para FEDEMA? Sería una solución “de paso” y antes que vayan a la Fiesta del Pomelo. O, no?
Buen domingo
