A las 4 de la tarde, la policía permitió que los primeros micros de la empresa Ciudad de Formosa logren volver a la calle. Antes, hubo gritos y agresiones verbales entre los empleados plegados a al medida y los que «desde adentro» arengaban para reiniciar el servicio. La Policía formó un cordón que permitió que los coches puedan salir garantizando el servicio. Desde la Municipalidad, el director de Tránsito, Horacio Aranda adelantó que «se buscarán todos los trámites de rigor para garantizar que todo haya vuelto a la normalidad».
Canes, bomberos, personal de civil, uniformados, jefes, carros de asalto y cuerpo de Infantería controlaron el levantamiento «forzado» de la medida. Denunciaron más despidos.
El dato gremial estuvo dado dentro y fuera de la calle. El intendente De Vido no reconoció al gremio UCRA, mientras que desde adentro del predio la UTA pedía regresar al trabajo. Después de 10 horas de conflicto se reestableció el servicio, pero quedaron muchos roces por resolver.
