“No se puede caer en el delito de abandono de persona” dijo una fuente cercana a las negociaciones entre el PAMI local y la clínica Vresalovich y el Sanatorio Formosa. Se refería a la amenaza de corte de servicio para los abuelos que los prestadores de salud anunciaron en medios de prensa.
El contrato, de acuerdo a la fuente, “es terminante: hasta que no se contrate otro sanatorio o clínica, la relación se mantiene vigente y los abuelos deben seguir recibiendo atención médica. Si se cortara la prestación incurrirían en un delito” indicó.
En ese contexto, letrados de la delegación del organismo nacional en Formosa, aseguran que el contrato está vigente.
La situación, hasta el momento, no se judicializó.
CONTRATO CAPITADO
Las partes en conflicto tienen contrato firmado hace unos 7 años donde se establece un pago fijo mensual por cierta cantidad de afiliados atendidos. En caso de que un afiliado al PAMI deba ser derivado a otro centro de atención, el monto utilizado para la atención en otro lugar se descuenta de la cifra acordada.
Justamente, la suma de muchos casos de sexagenarios atendidos en otros centros médicos, generó una deuda de las prestadoras en conflicto con el PAMI que ahora los divide.
La solución que sugieren la empresas es la condonación de la deuda; situación que el organismo público rechaza.
Según la fuente consultada, en medio del “tire y afloje”, la clínica y el sanatorio continúan cobrando sus correspondientes cápitas.
LOS ABUELOS
En el medio están los abuelos y familiares afiliados del PAMI que se quejan por mala atención o, en algunos casos, rechazos “porque no hay cama” o “falta de cupo”.