¿Qué se hace en la planta de Dioxitek? / Infografía

Reproducimos material publicado por el diario Día a Día de Córdoba en noviembre del 2012, cuándo la planta aún no tenía planes de reubicación.

Por Juan Pablo Martínez

 

Juan Álvarez, uno de los responsables de la Región Centro de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), aseguró que el eventual traslado de Dioxitek no implica la mudanza de la Comisión, ya que sus actividades son completamente diferentes.

Respecto a la remediación del Chichón, Álvarez aseguró que la solución óptima es trasladar esos residuos, pero por la logística que hace falta para eso es inviable el proyecto.

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«Uranil tricarbonato de amonio» o «torta amarilla», parte del proceso.

“Lo mejor, para tranquilidad de los vecinos, sería que estos residuos sean impermeabilizados por arriba y por abajo, ya que sólo están tapados con tierra”, analizó el especialista.

Desde la CNEA aseguran que esos residuos no son un peligro porque están en permanente monitoreo e indicaron que no hay posibilidad de filtración de ningún tipo por la composición arcillosa de la tierra, “lo que neutraliza, por ejemplo, el avance de ácidos”.

Por otro lado, destacan que la radiación que emite el chichón es menor a la que puedan generar varias construcciones de granito (mineral donde se puede concentrar uranio en la naturaleza) en el centro de la ciudad.

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Además de la remediación “in situ” del Chichón, Álvarez contó que en las dependencias del Pramu se está construyendo un laboratorio ambiental “único en Latinoamérica”, por eso en la CNEA no existen planes de mudanza.

¿Qué hay en el chichón?

Desde la CNEA aseguran que en “El Chichón”de Alta Córdoba están enterradas seis mil toneladas de colas de uranio con ácidos por experimentos realizados hasta 1963.

En el lugar también hay una cantidad no precisada de sales de cromo, material con el que se trabajó en el lugar en la década del ‘40, que podría ser más peligroso para la salud, a criterio de la Comisión, que el uranio. Sin embargo, aclaran que las colas enterradas emiten “baja radiación” y son “permanentemente monitoreadas y controladas”.

Desde la Comisión aseguran que los desechos de Dioxitek nunca estuvieron en “El Chichón”, y que la actividad de la planta nada tiene que ver con la CNEA.

CNEA

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) existe en Córdoba desde 1952. En la década del ‘40 Fabricaciones Militares producía ahí cromo para las curtiembres locales.

Del ‘52 al ‘63, la comisión realizó experimentos para extraer uranio en minas argentinas. Hoy funciona ahí la gerencia de exploración minera para la región centro del país y las oficinas del Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (Pramu). Se está construyendo un laboratorio ambiental y en total trabajan 110 personas.

Lo que entra y lo que sale

El uranio es un elemento que en la naturaleza se encuentra combinado con minerales. En las minas, se trata el uranio para separarlo de las rocas.

El material que le llega a Dioxitek es denominado “diuranato de amonio” y es conocido como concentrado de uranio. La pureza de este elemento no es la óptima para los reactores de las centrales, por eso en Dioxitek se lo procesa.

El dioxido de uranio es el producto final de Dioxitek. Es un polvo que tiene un 99 por ciento de pureza con el que, en Buenos Aires, se elaboran pastillas que se insertan en vainas que después son el combustible de las centrales nucleares que generan energía.

Paso a paso la función de la Central

1. Disolución
El uranio que ingresa a la planta es disuelto con ácido nítrico más agua oxigenada para pasarlo a fase líquida. Esto es necesario para comenzar con el proceso de limpieza del elemento.

2. Purificación
El uranio líquido es purificado a través de filtraciones con resinas. En este proceso se retiran las impurezas del material, como restos de otros minerales con los que el producto viene de origen.

 

El uranio se encuentra en la naturaleza combinado con minerales.

3. Evaporación
Al uranio líquido purificado hay que volverlo sólido porque el producto de Dioxitek se entrega en ese estado. Antes de este proceso se lo evapora con gases que se le inyectan a la solución, en este caso amonio y dióxido de carbono.

4. Precipitación
Después de evaporado el uranio se precipita de manera sólida en máquinas especiales que lo van concentrando. En este paso se obtiene un elemento denominado «uranil tricarbonato de amonio», que es lo que se conoce como «torta amarilla».

5. Conversión
Una vez que se obtiene el uranio solidificado se lo hace ingresar en hornos verticales donde se le inyecta hidrógeno, que cambia la propiedad química del uranil convirtiéndolo en el dióxido de uranio.

6. Homogeneización
El dioxido de uranio producido ingresa a una máquina mezcladora, denominada homogeneizadora, que garantiza que cada partida del producto tenga las mismas propiedades. Después de este paso, el dióxido es envasado en tachos y enviado a Buenos Aires.

 

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