Nancy, la madre de Nicole Caja León, fallecida en un accidente ocurrido en Brasil cuando la familia regresaba de vacaciones, dijo que “luego de comprendido que todos somos peregrinos en esta la vida y que algunos tardamos más” llegó a la conclusión de su hija “completó su camino más rápido”.
Por eso, “yo le agradezco a Dios por estos 14 años que me la prestó a Nicole. Fueron 14 años que estuvo con nosotros. Dios bendijo nuestro hogar con su presencia, su forma de ser, su honestidad y la alegría de vivir”.
LA TRISTE NOTICIA
Un día y medio después del fatal accidente. En un hospital de Brasil, su esposo se acercó a la sala de internación y le dijo “Franco y Candela están bien. Nicole se fue con papá”. Freddy no se animó a mencionar la palabra muerte; pudo explicar que su hija “esta en el cielo con Bernardo “Papi” Caja”.
LA FUERZA DE UNA MADRE
Nancy, de profesión abogada cumplirá 44 años el 23 de julio, y es dueña de una fortaleza que solo puede dar la oración “de nuestra familia, de amigos y gente que no conocemos”. Ella asegura que “las oraciones se sienten, en todo momento”.
UN TIEMPO PARA TODO
“Hay un tiempo para todo, dice el libro de Eclesiastés, y siento que ha llegado el tiempo para agradecer” nos dijo Nancy. También madre de Franco (12) y Candela (10), nietos de Betty Caja.
“Como familia agradecemos a Dios en primer lugar por esta oportunidad de seguir viviendo, a pesar de que cargamos con el dolor de la ausencia de nuestra hija Nicole (14). Parafraseando a un sacerdote salesiano amigo que nos contuvo y aún lo hace, no podemos elegir los dolores, pero sí podemos elegir cuáles actitudes asumir ante el sufrimiento.
La más saludable y difícil de conseguir es la aceptación. Cómo cada uno maneja los sufrimientos es lo que hace la diferencia” reflexiona.
“El sufrimiento tiene dos opciones fundamentales. O el sufrimiento nos hace madurar y se transforma en crecimiento, es decir, la fecundidad del dolor que nos hace más sabios, más humanos, más tiernos, más cercanos a los demás. O el sufrimiento crea o produce esterilidad. La herida nunca se ha sanado. Sólo ha producido amargura, resentimiento. Lo importante es que el dolor no es para siempre.
Detrás de las nubes, está el sol. Detrás de este dolor, está siempre Dios, que nos reconforta y no nos abandona” cuenta tomada de la mano de su esposo Fredy Caja.
LA ORACION
La familia Caja León agradeció “a todas las personas que nos han acompañado a través de la oración. A los amigos de nuestra hija, que en su corta vida los cosechó a montones, regando esa amistad con alegría y honestidad” Aún ayudada por un andador, y plena etapa del pos operatorio hizo público el reconocimiento “a nuestros amigos y conocidos, en especial a quienes con su presencia permanente en Brasil hicieron más llevadero el sufrimiento: las familias Gavilán-Roques, Mierez- Aceval, Retamozo-Quiñonez, Carranza-Pereyra y Mujica; a los hermanos Aranda, y Coco Insfrán”.
“A nuestros familiares, vecinos, y a los amigos, un agradecimiento especial a todos quienes me cuidaron en el Hospital de Alta Complejidad. Al Padre Adrián Botta, Hermano Germán Diaz y Padre Gabriel Ledesma, por su apoyo y oración constante. Al Gobernador Gildo Insfrán, al vicegobernador Floro Bogado y los ministros Décima y González que nos ayudaron a regresar rápidamente a nuestra casa, y se encargaron del traslado de los restos de nuestra hija.
A toda la gente del Hospital de Alta complejidad, que me atendieron y cuidaron durante los días que estuve internada, al igual que a los médicos y enfermeros que me recibieron y curaron y cuidaron en el Hospital Regional de Sao José de Santa Catarina, Brasil, y a la Fundación Messi y Organización Social Team que se hicieron presentes y pagaron la ambulancia en la que me trasladaron desde el hospital al Aeropuerto de Floriánópolis, además de hacerse cargo de nuestros hijos durante el desayuno y almuerzo del día en que regresamos”.
Mail de contacto: estudiojuridico_leon@hotmail.com)