Matías Paredes (ver facebook) consultó días atrás vía red social a Greenpeace sobre la posibilidad de la instalación de una planta de Dioxitec en Formosa. Desde la organización ecologista internacional le respondieron.
LA RESPUESTA
Gracias Matias por escribirnos, en cuanto a los rumores de la posible localización de la planta de dióxido de uranio, Dioxitek, Greenpeace considera que, cumplido el plazo establecido en el convenio firmado entre la CNEA y la Municipalidad de Córdoba para abandonar la ciudad de Córdoba, la empresa debe dejar de operar definitivamente sin afectar a ninguna comunidad más.
La CNEA lleva 15 años de fracasos en sus planes de reubicar Dioxitek.
Ninguna otra localidad o provincia deben asumir el riesgo que este traslado supone.
En 2013 la energía atómica aportó sólo el 4,4 % de la electricidad generada en Argentina, mientras que para el año 2016, de acuerdo a lo establecido por la Ley 26.190, las energías renovables deben aportar el 8%.
Esto demuestra la viabilidad de iniciar un plan de abandono de los impactos de todo el ciclo del combustible nuclear, incluido el proceso de producción de dióxido de uranio que se realiza en Dioxitek, así como la minería que esta actividad exige, los residuos radiactivos que genera y los peligros inherentes a la operación de cualquier reactor nuclear.
Saludos cordiales, Ignacio.