César Agustín Portillo circulaba en una moto de 110 cc por la diagonal de acceso al barrio Divino Niño (ex La Colonia) pero se encontró con la sorpresa de un lomo de burro que «se había construido en el día» en el marco del operativo solidario «Por Nuestra Gente, Todo».
Era de noche, llevaba puesto casco, pero «no estaba prendido». «Primero voló con la moto, cayó en el ripio y su cuerpo se arrastró unos metros más» contó una testigo.
La reacción de los vecinos y amigos de César (29 años) no se hizo esperar.
Primero, mientras reiteraban llamados por la ambulancia, agredieron verbalmente a un agente de policía que llegó al lugar.
Más tarde cortaron la calle, quemaron cubiertas y exteriorizaron su bronca e impotencia contra un móvil policial al que «lo volcaron» y le provocaron daños materiales.
«Antes de este accidente fatal, tres personas cayeron en el ripio al intentar cruzar el lomo de burro» contaron los vecinos que consideraron «muy alto» el interruptor de tránsito que ellos mismos había solicitado para evitar «carreras de motos en la madrugada» y por coches que circulaban muy fuerte en esa circulada avenida cercana a la Néstor Kirchner.
Criticaron que no se alertó al barrio de la existencia de ese lomo de burro, aunque se había colocados dos carteles indicadores y fue publicados en los diarios.
«Dos policías de Tránsito que con una linterna avisen del lomo de burro podría haber evitado este drama fatal» indicó un amigo de la víctima.
El gobierno, conocida la noticia, decidió suspender el acto central del operativo solidario.