Mientras se aguarda que los candidatos a la reelección en sus bancas de diputados nacionales se «pongan de acuerdo» para debatir en Formosa con miras a las elecciones de octubre; ambos hicieron uso de la palabra en el debate desarrollado en el Cámara Baja. EL VIDEO, PERTENECE A LA INTERVENCIÓN DE BURYAILE, POR EL TEMA DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS.
JUANCHO DÍAZ ROIG, EN LA SESIÓN DE CANJE DE DEUDA
«El mundo en general y los países emergentes y europeos en particular se encuentran ante confortando dos proyectos.
En la Cumbre de la Comunidad Económica Latinoamericana, (CELAM) Merkel y Rajoy vinieron a decirnos a los países emergentes que la cuestión de fondo en materia económica era generar seguridad jurídica para los capitales. La seguridad jurídica que pretenden ya la conocemos, es la flexibilización laboral, es no pagar impuesto sobre las ganancias, poder repatriarlas libremente, y además poder retirar el capital de los países emergentes cuando quisieran, sin mayores responsabilidades.
La otra posición es la de la gran mayoría de los países emergentes, que tenemos otra concepción de la economía: nosotros no creemos que el capital genera la riqueza, sino que la riqueza la genera el trabajo, la producción, el consumo y el gasto.
Muchos hablan de los países en serio, ¿Cuáles serían esos países en serio? Los que tienen acceso al crédito. Y a mí, mi abuelo me enseñaba que las familias en serio son las que andan bien cuando no debe, cuando gasta menos de lo que gana, y compra menos de lo que vende, es decir un superávit fiscal y comercial como el de este proyecto nacional, en el que nos alineamos, defiende.
Esto es importante, porque voy a leer lo que pensaba, en el origen de nuestra Nación, Mariano Moreno sobre los empréstitos en la Representación de los hacendados, en 1809:
«Todas las naciones, en los apuros de sus rentas, han probado el arbitrio de los empréstitos, y todas han conocido a su propia costa, que es un recurso miserable con que se consuman los males que se intentaban remediar. Esto es consiguiente a su propia naturaleza, pues debiendo satisfacerse con las primeras entradas, o se sufrirá entonces un doble déficit, o faltarán prestamistas por el descrédito de los fondos sujetos a la satisfacción.» Como los fondos buitres.
Y agregaba: «Engreídos los prestamistas por haber salvado al Gobierno de tan peligrosa situación, se contendrán difícilmente en los límites de una situación respetuosa; la obligación en que contempla al jefe, los alentará a injustas pretensiones y la más leve repulsa producirá quejosos y descontentos que acusen de ingratitud y pretendan castigar con el cobro de sus créditos y negación de nuevos auxilios, la poca consideración con unos hombres que salvan el Estado con sus caudales.»
Es por esto que cuando el 20 de julio de 1946, a pocos días de asumir el gobierno, en uno de sus primeros discursos, Perón lanza aquella consigna: “Vamos a repatriar la deuda.” Vamos a repatriarla, porque en la medida en que un país debe, compromete no sólo su independencia económica sino su soberanía política.
Entonces Presidente, realmente, como en todo, como decían los griegos, hay que buscar quizás un punto medio, nadie puede negar en un mundo en el que se han globalizado la economía y los medios de información, no existen salidas nacionales independientes. Ojalá se globalicen también la cultura, los valores, la necesidad de los pueblos, para pasar a un estadio superior de la humanidad, el universalismo, que no es precisamente éste, sujeto a guerras fratricidas y a la explotación de varios países por otros.
Nadie puede pretender que un país pueda crecer solo, de ahí la necesidad de las herramientas del continentalismo, y de ahí la necesidad de acudir al financiamiento, al financiamiento sobre todo entre los países emergentes.
Pero lo que es muy diferente, cuando un país pone condiciones a la inversión externa, cuando un país genera condiciones para que venga el capital externo a hacer inversiones de riesgo, cuando un país genera condiciones para que un capital externo haga exploración de nuestros yacimientos petrolíferos, que como hicimos en nuestra historia, cuando un país genera condiciones para que venga capital de afuera, que genera seguridad jurídica, a explotar un pozo que ya hemos hecho nosotros las inversiones de riesgo para descubrirlo y cubicarlo. Y esto en todas las áreas de la economía.
Quiero decir con esto que vamos a votar lo que nos pide el Poder Ejecutivo. Consideramos fundamental, la reapertura de la deuda, para la negociación de ese 7%.
Pero volvemos a manifestar, que en esta coyuntura internacional, un país soberano es aquel que repatria su deuda, y un país soberano es aquel que no cree que tiene que depender sólo de la inversión externa, un país soberano es el que capitaliza sus recursos, sus hombres, sus emprendedores, capitaliza trabajo, incluye a todos los sectores sociales de la economía, y finalmente ese país soberano ingresa, dentro del marco del continentalismo de los países emergentes, al mercado mundial, al efecto de hacer valer la dignidad. Porque estamos convencidos que sólo con la independencia económica y la soberanía política vamos a llegar a la justicia social».