“Yo viajé en un vuelo privado del gobernador”

OLYMPUS DIGITAL CAMERA“En los primeros días enero del 2008, nos encontrábamos  en la provincia de Córdoba. Con mi hermana, hacía 8 meses que estabamos bajo tratamiento experimental de protocolo de urología.

 

Ella fue diagnosticada el 23 de mayo de 2007 -día de su cumpleaños- de un cuadro de cáncer renal con metástasis en columna vertebral y pulmonar.

 

En los primeros días del mes de enero de 2008 su médico de cabecera, el doctor Richardet,  nos comunicaba que Gaby, con tan solo 24 jóvenes años, solo le quedaban 10 días de vida y que lo mejor sería llevarla a nuestro hogar.

 

Ante semejante noticia no sabíamos a quién acudir. Mi madre estaba abocada al cuidado de ella: mientras yo realizaba los tramites hospitalarios y de obra social. Veíamos sufrir a mi hermana cada hora de sus últimos días en esta tierra.

 

La situación era desesperante y crecía día a día. La única posibilidad de traslado era aérea, por su grave cuadro de salud.

 

La obra social solo cubría traslado terrestre. Nuestra familia no contaba con los medios económicos para pagar un traslado aéreo que costaba 15000 dólares en efectivo.

 

Cuando Gaby estaba en el octavo mes de tratamiento, nos resultaba muy costoso sostener económicamente los gastos de internación, medicación y alojamiento en medio de un dolor incalculable.

Nuestros temas de conversación sólo rondaban sobre el dolor, el llanto, la morfina, la fe y la resignación.

 

Conseguir ese dinero resultaba casi imposible. Esto me llevo a revolver cielo y tierra a pedir a familiares, amigos, conocidos, etc. para poder juntar tanto dinero; pero el tiempo era tirano y ya no había más nada que hacer por la vida.

Fue allí donde tome la decisión de llamar a un amigo allegado al gobernador Gildo Insfrán.

De allí surgió la solución. El gobernador, sin dudar…sin conocernos…sin preguntar nada nos envió en 24 hs, un vuelo privado desde Córdoba a Formosa con médico especialista, equipamiento y enfermeras especializados.

 

Aquella vez, igual que hoy,  no sabré explicar lo que significó para nosotros ese gesto de verdadero amor tendiéndonos una mano fraternal para poder traer a mi hermana a nuestra casa después de deambular 8 meses por hospitales donde a nadie conocíamos ni podíamos acudir a pedir ayuda.

Esta carta no tiene ninguna intención política. Sólo queremos contar lo que en silencio, una persona de bien –aún sin conocer por la situación por la que estábamos atravezando- se mostró verdaderamente solidario.

Esta triste historia que rememoro nunca salí a contarla porque el gobernador demostró que lo que hizo una mano no se enterara. Nunca difundió ese tremendo gesto humano para una familia formoseña.

Por eso, hoy, siento la obligación en honor y memoria a mi hermana, de mi familia y mi conciencia. Soy formoseño, soy agradecido.

Siempre quise contarle a mis comprovincianos sobre esta historia. Nunca me animé porque esos recuerdos me golpean el corazón y el recuerdo de mi hermana querida que descansa en paz.

Los recientes artículos del diario Clarín de estos días me decidieron a contar la verdad de estos «vuelos» de los que ahora se acuerdan los porteños y otros medios ligados a su grupo de noticias que lo replican con una sola intención: lastimar sentimientos».

 

María Gabriela Candia (Gaby)

23/05/1983 al 13/01/2008

QEPD

 

Mirtha Esther Candia (mama)

DNI 13261526

 

Diego Alberto Candia (hermano)

DNI 27675626

 

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