Luego del accidente “con suerte” en la Ruta 11. Ex ministro González agradece y denuncia

Carlos Gerardo «Martillo» González, en una carta, agradece la ocupación de funcionarios y amigos por el accidente que protagonizó junto a su familia y que «gracias al airbag y cinturones de seguridad» pudo evitar «una tragedia» o «un choque en cadena» . A la vez, pide explicaciones del motivo que se permitió la circulación de un camión en un día feriado donde se establecieron restricciones.

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Que la presente tiene por objeto agradecer a todas las personas que de formas diferentes mostraron su solidaridad, con motivo del accidente que protagonizáramos junto a mi familia el día 23 de Junio del corriente a las 18,45 hs sobre la Ruta 11 y que fuera difundido por este prestigioso diario.


En particular a la persona del Sr. Gobernador de la Provincia que a través de un contacto telefónico con el Sr. Ministro de Gobierno en el lugar del accidente, me manifestó su preocupación por lo sucedido, ofreciendo su colaboración en lo que fuera necesario.

 
Asimismo, al Sr. Secretario de Gobierno Dr. Carmelo Todone, gestión del que tuvo conocimiento el Sr. Presidente del Excmo. Superior Tribunal de Justicia Dr. Ariel G. Coll, al haber realizado personalmente las diligencias ante el Automóvil Club ante la injustificada demora de la grúa.

 
Sin embargo, quiero resaltar que nos tocó a nosotros como podría haberle ocurrido a cualquiera, y precisamente nos llamó la atención la presencia casi inmediata de Gendarmería Nacional del Control de Tatané en el lugar, tomando conocimiento al día siguiente, de que fué el Dr. Ricardo Shur quien alertó de la peligrosa presencia de un camión de gran porte con acoplado sobre la cinta asfáltica.
No obstante, ser materia de investigación constatada por la División Criminalística y el eficiente desempeño del Personal Policial del Destacamento “Dionisio Gómez” con intervención de las autoridades Policiales de Herradura, quiero destacar que la única precaución adoptada por el conductor del camión, fue la de colocar un cono no refractario a solo 7 metros de distancia del camión que no pude sortear, porque avanzaba un vehículo en sentido contrario generando una trampa mortal que gracias a Dios no lo fue; es asi que para evitar una colisión en cadena, que casi se produce, utilicé mi propio triángulo refractario colocándolo a una distancia prudencial hasta que llego el personal policial quien se encargó de regularizar en forma precautoria el tránsito.
Siendo de conocimiento generalizado las restricciones que limitan la circulación de vehículos de estas características en días feriados, no es una cuestión menor investigar ¿cómo pudo transitar impunemente desde la ciudad de Bs. As. eludiendo todos los controles de los puestos camineros? y con un cargamento de varias toneladas de cebolla con destino a la ciudad de Clorinda, que a las 11,00 Hs. del día 24 cuando me trasladara al destacamento con las documentales solicitadas por la instrucción policial, me percaté de que aún no finalizaba de transbordar la carga a otro equipo, el que indudablemente no está destinada al consumo local, y lo que es llamativo cumplimentándose lo que a través de su celular solicitara el chofer al “bolita”, más preocupado en que la carga llegue a destino demostrando un reprochable desprecio por la vida humana y una total falta de preocupación con respecto a las investigaciones que se estaban llevando a cabo.
Finalmente y siendo que, expuso tres desperfectos diferentes la pericia mecánica sobre el rodador es de suma importancia. Atento a que cuando yo le reprocho no haber salido al costado de la ruta, el mismo me contesta que se le “cortó la dirección”, al personal de Gendarmería que se “quedó sin compresión de aire” y a la instrucción policial “que le chupó aire el motor”; pero lo cierto es que cuando la grúa desenganchó mi vehículo sin ninguna dificultad encendió el motor y lo trajo hasta el destacamento de Tatané.
La reflexión final es que no basta tomar todos los recaudos necesarios y cumplimentar las exigencias legales, frente la acción irresponsable de un “profesional del volante”, lo que en mi caso particular resulta injusta e indignante, agradeciendo a Dios que podamos aportar este testimonio en beneficio de la comunidad.

CARLOS GERARDO GONZALEZ

D.N.I N° 8.231.269

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