Batalla campal entre jugadores de San Martín y Ferro en La Pampa

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Venían bien, pero no aguantaron. Parece que trascender por la violencia es deporte que mejor «juegan» en el franjeado. Hoy, en La Pampa, en el partido desquite con Ferro de Pico por la semifinal del Argentino B la violencia volvió a ganar el partido. Ahora fue dentro de la cancha.

El encuentro que le ganaba Ferro de Pico a San Martín de Formosa 1 a 0 fue suspendido por el árbitro, luego de que se diera una batalla campal entre jugadores de ambos equipos, cuando se retiraban a los vestuarios al final de la primera parte. Previamente, los deportistas se trenzaron en un gresca cuando se desarrollaba el tramo final de la esa primera etapa. Habrá que esperar la determinación del Tribunal de Disciplina del Conejo Federal para que pasa con esta llave de semifinales.

El encuentro comenzó con total normalidad, ante un marco imponente de público que concurrió masivamente al Coloso de Barrio Talleres en el Día del Padre, con la intención de vivir una fiesta que lamentablemente no fue tal.

En lo futbolístico el partido tampoco le devolvió a los concurrentes todo lo que ellos le aportaron con sus cánticos, bombos, papeles, serpentinas y juegos de artificio, ya que el nivel de juego fue chato y el desarrollo muy cortado.

El trámite estuvo signado por las protestas y el juego fuerte, que dejó un primer tiempo con ocho amonestados y alguna jugada que, de haber ocurrido en el complemento, posiblemente se hubiera sancionado con roja.

A los 18 minutos llegó la primera situación de peligro, con un disparó desde tres cuartos de cancha de Guillermo Quintana, que pasó a centímetros del poste derecho del golero visitante Diego Antonio.

LOS INCIDENTES

El fútbol se vio manchado segundos después, luego de que el golero de la visita cayera al suelo acusando haber recibido un proyectil en la cabeza arrojado por los hinchas locales que se ubican detrás del arco que da a calle 17. Esto generó que se acercara Emanuel Hermida a reprocharle al guardavallas una supuesta simulación.

Molestos con la actitud del delantero, los rivales se vinieron encima del jugador local y comenzaron a los manotazos. Rápidamente todos los titulares, los suplentes y los cuerpos técnicos y asistentes de ambos equipos se sumaron a una batahola que logró serenarse casi 20m minutos después.
Cuando se reanudó el juego, el árbitro Jorge Ocaño le mostró la roja a Hermida y a Ramón Franco por agredirse mutuamente, cuando en realidad quienes se tomaron a golpes de puño fueron el delantero verde y el central formoseño René Bejarano.

El colegiado adicionó tres minutos y, cuando ya estaban cumplido, Nicolay peleó una pelota en la puerta del área visitante, situación que fue aprovechada por García, quien se llevó la pelota y , mano a mano, sacó un potente zurdazo bajo al primer palo que significó el 1 a 0.

Ya con el final del primer tiempo, los equipos se dirigían tranquilamente hacia los vestuarios, cuando la calma fue interrumpida nuevamente por los incidentes. Una discusión entre los protagonistas de ambos elencos terminó en una nueva trifulca, donde se aplicaron puñetazos, patadas y también se agredieron con elementos contundentes.

Tras tranquilizar las aguas, todos se fueron a camarines y, cuando regresaron a la cancha para jugar el segundo tiempo, Ocaño llamó a los capitanes a su vestuario y el resto de los participantes fueron enviados al mismo sector por la policía. Luego de varios minutos de espera se conoció la noticia de la suspensión del partido por “batalla campal entre jugadores”, según indicó el árbitro a los dirigentes locales.

El Verdolaga gasto mucho dinero en montar un operativo que tuvo a 60 policías controlando a los hinchas, que en esta oportunidad nada tuvieron que ver con los desmanes, por el contrario, solo fueron espectadores de un espectáculo bochornoso.

Ahora será el Tribunal de Disciplina del Concejo Federal de Fútbol quien deberá resolver si continúa el encuentro y bajo qué condiciones, o si directamente lo suspende y sanciona a uno de los clubes o a los dos. Estuvo presente en el estadio un veedor del Concejo, quien mantuvo comunicación directa con el presidente del ente futbolístico federal, Gustavo Cereza.

QUÉ DICE EL SITIO OFICIAL DE FERRO DE PICO (http://www.soydeferro.com.ar/)

Aseguran que «el arbitro Jorge Ocaño increíblemente suspendió el partido cuando ambos planteles estaban en el campo de juego dispuesto a comenzar el segundo tiempo.

La gresca se originó cuando los titulares del elenco dirigido por Priseajniuc ya estaban en los vestuarios. Un jugador de San Martín agredió al preparados físico Aguilera (F.C.O.) y ahí comenzó la batalla entre todo el plantel de la visita (titulares, suplentes y ayudantes) y los suplentes «verdolagas» junto a los asistentes de campo.

El jugador más involucrado fue el golero del elenco «franjeado» quien debió haber sido expulsado, pero el árbitro sólo le mostró amarilla luego de reiteradas ocasiones en las que demoró el juego y golpeó a Hermida.

Lo mas claro para informar es que a Gral Pico llegó este equipo de San Martín de Formosa pareciera con una única intención, ensuciar el partido y el ambiente, lo logró y valla de que manera, se la hicieron bien complicada no solo al árbitro Ocaño si no también a los jugadores verdolagas con quienes no pararon de provocarlos al igual que al público a quienes le hicieron gestos antideportivos ni bien pisaron el campo de juego.

Vergonzoso, ahora habrá que esperar que informa el árbitro y si el equipo del norte se va logrando lo que vino a buscar de manera poco antideportiva, veremos que pasa, por lo pronto las miles de personas que se llegaron al estadio con un comportamiento ejemplar se retiraron en total orden sin entender lo sucedido».

FUENTE Y FOTOS: EL DIARIO DE LA PAMPA  – FORMOSAFUTBOL – LA PAMPA DEPORTIVA

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