Corigliano habría fallecido por un paro cardíaco, su pareja y su hijita ahogadas

Hasta ese sitio acudieron efectivos de Gendarmería Nacional alertados por automovilistas que dieron cuenta del despiste de un camión, cuyo conductor había perdido el control y para evitar el vuelco zigzagueó por la cinta asfáltica, llenándola del barro acumulado en las banquinas producto de las fuertes lluvias que se abatieron.

 

Para prevenir otros hechos viales y organizar el posible caos vehicular fue que los gendarmes dispusieron un operativo, contexto en el cual uno de los efectivos caminó poco más de 100 metros del lugar donde quedó varado el pesado rodado, hasta llegar a una zona de alcantarilla por el pasa el caudal de agua de un arroyo.

Mayúscula fue la sorpresa del agente de la Fuerza al ver que en la superficie acuática sobresalían cuatro ruedas, evidenciando que había un vehículo dado vuelta.

Allí de inmediato dio aviso a la Policía y a los Bomberos Voluntarios mercedeños a fin de intentar sacar el coche y de ver si había posibles víctimas en su interior.

Tras varias horas de trabajo, finalmente pudieron extraer el automóvil, un Subaru tipo rural de cinco puertas, en el cual encontraron los cadáveres de tres personas y de dos perros, mascotas de la familia.

En base a la patente se hicieron averiguaciones pertinentes y se estableció que era oriundo de la ciudad de Formosa, capital de la provincia homónima, para luego determinar las identidades de las víctimas.

La Policía informó que se trató de Roque Corigliano (58), oriundo de Córdoba y que vivía actualmente en Formosa, María Elizabeth Ortiz (31) y la hija de ambos, una nena de 3 años llamada María del Mar.

De inmediato se trasladaron los cuerpos sin vida fueron a la morgue del hospital de Mercedes para someterlos a las correspondientes autopsias que determinen las causales fehacientes de los decesos.

Estos exámenes indicaron que Corigliano murió a causa de un paro cardiorrespiratorio ya que su cuerpo no presentaba traumatismos y sus pulmones no contenían agua. En tanto, su esposa y su hija perecieron por asfixia por inmersión, es decir, ahogadas.

PRIMERAS IMPRESIONES DEL ACCIDENTE

Fuentes judiciales indicaron ayer a este medio que si bien no se tienen pruebas concretas para probar que el camión que despistó haya sido el causal de la fatalidad de la familia formoseña, por el lugar y los indicios se puede afirmar que tendría extrema vinculación.

Estas presunciones se basan en que el pesado rodado iba viboreando por la carretera, ocupando ambas bandas y no permitiendo el pase de otro vehículo.

Allí habría aparecido el Subaru de las víctimas cuyo conductor, al encontrarse con dicha situación, intentó maniobrar, se habría descompensado y terminó su carrera en el agua.

Además, los mismos voceros manifestaron que el coche iba a alta velocidad puesto que “terminó a unos 40 metros de la ruta, previo a chocar el guardarrail».

Asimismo, “la hora del deceso, según la autopsia, coincide con el momento en que Gendarmería tomó conocimiento del despiste del camión».

No obstante estos indicios, el conductor de este último rodado accidentado dijo que nada sabía de ese hecho fatal.

FUENTE: Diario Época – Corrientes

 

Salir de la versión móvil