La Municipalidad, con su eterna burocracia para los “legales”, invita a ser “un trucho feliz”

Es un clásico, no es nada nuevo. Pero en estos tiempos del “mundo acelerado” y plagado de tecnología, concretar un trámite en la municipalidad de la gestión De Vido se convierte en una odisea donde no existe el sentido común entre sus normativas, ni en “parte del personal, aunque no en todos».

 

FERNANDO DE VIDO, EL INTENDENTE QUE NO PUEDE QUITAR LA BUROCRACIA DE LA COMUNA Y EL QUE MÁS PRESIÓN TRIBUTARIA IMPONE A LOS CONTRIBUYENTES. 

Para realizar una habilitación municipal es conveniente ir acompañado de un sociólogo o psicólogo. Las trabas y demoras burocráticas son las reinas de la gestión.

 

Expedientes que se pierden, explicaciones “a medias” y falta de plataforma tecnológica acorde son una constante para cualquier «hijo de vecino» que no tenga «un conocido» y un padrino dentro de la maraña administrativa.

Es cierto que, en los casi 10 años que lleva De Vido al frente de la comuna, «algo se cambió para bien», pero queda mucho «efecto residual» que padecen los contribuyentes que tienen un objetivo: estar en regla y pagar los impuestos al día y en forma, como corresponde.

Lastimosamente, la conclusión es lamentable para una comunidad organizada: «conviene ser trucho» y «serás feliz».

Ejemplos para esta afirmación sobran.

Salir de la versión móvil