No hay alcotest que los pare!!

Desde hace varios años, cuando «la joda formoseña» comenzó a hacerse «famosa» en la región «porque comienza los miércoles y finaliza los domingos»; la costumbre de consumir alcohol se convirtió en una costumbre que nunca dejó de crecer. Hoy, «un vaso de bebida en mano» es casi un accesorio de muchos formoseños, sin distingo de edad. Para muestra, recorrer las fotos de redes sociales.

PROMOCIÓN EN FACEBOOK PARA UNA FIESTA PRIVADA DE ESTE FIN DE SEMANA. 

No se preocuparon «por pararla» en su debido tiempo, y hoy, el alcohol trajo «de la mano» a su amiga la droga.

Los consumidores vienen acompañados de la violencia familiar y también se nota en los «delitos» de pibes que roban «cualquier cosa» para luego comprar «un porro».

Este descontrol se tradujo en inseguridad que alcanzó a todos, incluyendo a funcionarios y familiares directos de altas autoridades, a pesar de que esas informaciones «no fueron noticia» en los grandes medios formoseños.

Cuando las autoridades pusieron la miradas en los locales bailables, la ley se convirtió en trampa y aparecieron los eventos del momento: las fiestas privadas.

 

La costumbre, que no crea derechos, avanzó sobre la realidad de la noche formoseña y hace estragos en muchos jóvenes con padres -algunos- preocupados y otros que «delegan» en el estado el cuidado de los pibes o bien, «cubren con plata y permisividad» la ausencia «como padres» en la etapa de crecimiento de los adolescentes que aprovechan las circunstancias para «ganar terreno» y «crecer de golpe» quemando etapas.

Hoy, no hay alcotest que «pare» el descontrol.Hecha la ley, hecha la trampa. De eso se trata.

Los pibes, celular en mano, recostados por las redes sociales «arman» fiestas en horas.

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