El Defensor del Pueblo de Formosa, Leonardo Gialluca, pidió la inmediata intervención a la Dirección de Bromatología e Higiene de la ciudad, cargo de Guillermo Romero, con motivo de que un boliche de esta ciudad se encuentra realizando una promoción que incita a las adolescentes y jóvenes al consumo excesivo de alcohol.
El funcionario fundamentó su postura basándose “en el sentido común y por antecedentes que hay sobre competencias de consumo o incentivo al abuso de consumo de alcohol».
Además, agregó que “se podría a tipificar como apología del delito, considerando que los jóvenes que asisten al evento están expuestos a situaciones ligadas a su salud” expuso.
Gialluca citó el caso de un muchacho que el pasado fin de semana en la ciudad de Clorinda que “falleció por intoxicación alcohólica.
El funcionario aseguró que “varios padre de adolescente lo visitaron en la Defensoría” reclamando acciones contra el caso en particular, y el flagelo del alcoholismo en particular».
“Los jóvenes ven la convocatoria como una diversión. Pero los organizadores ponen en riesgo la salud de las personas, por eso allí ingresa a jugar el poder de policía de la Municipalidad” agregó el Defensor del Pueblo formoseño.
EL CASO DE ZETA
El funcionario provincial asegura en el sitio oficial de la Defensoría “que el boliche Z, promociona en Facebook, la fiesta del “Mea Culpa”, exclusiva para chicas con cerveza y fernet libre hasta que la primera niña ingrese al baño para hacer pis o el “mea culpa».
Se consideró que los propietarios o responsables de este boliche deben ser denunciados ante la justicia para que se los investigue por los posibles delitos de apología del crimen e incitación al consumo excesivo de alcohol.
Desde el Organismo de la Constitución, se informó que “se proseguirá colaborando tanto con las autoridades, con el objetivo de intensificar los controles en locales nocturnos siguiendo la lucha en contra del expendio y consumo de bebidas alcohólicas, máxime aun cuando se toma a la franja de adolescentes y jóvenes para que incitándolos al consumo excesivo de bebidas alcohólicas y de mezclas, ponen en peligro la integridad psicofísica de los mismos y sus organizadores hasta podrían ser pasibles de delitos de apología del crimen, toda vez “que juegan y se divierten con la vida de nuestras hijas/os».