Defensoría del Pueblo quiere evitar que en las fiestas de fin de año se consuma energizantes

La Defensoría del Pueblo sugirió a la Dirección de Bromatología municipal, que aconseje a los organizadores de eventos estudiantiles y de fin de año, que no utilicen en sus barras de tragos las bebidas conocidas como energizantes y que se limiten a las mezclas de bebidas alcohólicas.

También desde el Organismo de la Constitución, se exhortó a los padres, que son los que en definitiva suscriben los contratos de carácter privado con las firmas o personas encargadas de organizar las antes citadas, a que no permitan el ingreso de este tipo de bebidas.

Esto se fundamenta en que, la primera bebida energizante que llegó al país fue de origen austríaco y empezó a venderse en 2001. Ahora, ya hay 10 registradas en el Instituto Nacional de Alimentos, que las encuadra como suplementos dietarios.

Se venden en quioscos, supermercados y almacenes y en boliches.

Contienen minerales, aminoácidos y carbohidratos, entre otros ingredientes, no contienen alcohol.

El riesgo no sólo reside en su toxicidad farmacológica (combinadas con alcohol o con anfetaminas pueden afectar el sistema cardiovascular) sino en la toxicidad del estilo de vida que les están imponiendo a los adolescentes y los jóvenes.

Los adolescentes dicen que las toman para lograr que el cuerpo aguante durante muchas horas de baile. O para no sentir la «resaca» del alcohol, y hasta para pasar la noche estudiando. Los deportistas y los concurrentes a los gimnasios, para aumentar el rendimiento.

Tomar esas bebidas en combinación con alcohol es riesgoso.

Cuando se mezclan, las energizantes retardan el efecto depresor del alcohol, pero no eliminan la intoxicación. Los chicos terminan así consumiendo más alcohol.

El Defensor del Pueblo mencionó, que es necesario colaborar con las Autoridades de Control y Fiscalización, para preservar fundamentalmente la salud de nuestros ciudadanos.

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