Un policía retirado, luego de llamar varias veces a la víctima sin ser atendido, decidió “ir hasta la casa” de su hija “cerca del mediodía” ubicada en la avenida San Martín de la localidad del oeste formoseño, y se encontró con un dantesco cuadro con “sangre por todos lados, varios muebles por el piso y su hija y su nieta muertas” contaron los vecinos.
Los investigadores buscaron rápidamente al esposo de la mujer, que “estaba en un campo de su propiedad” y lo detuvieron, al igual que a dos supuesta “amantes” del hombre. Una de ellas, carnicera de 35 años, y otra de 28 años «embarazada».
No se descarta que “el motivo del crimen”, que impacta fuertemente en la sociedad de la localidad del oeste formoseño, “haya sido pasional” y concretado con arma blanca.
Los cuerpos son sometidos a la correspondiente autopsia, por disposición de la justicia. El trabajo científico determinará si la niña falleció por asfixia, aparentemente «por la colocación de una bolsa de nylon en la cabeza y luego envuelta en una sábana. La pequeña no tenía signos de haber recibido heridas de arma blanca.
La víctima hija del policía, «tenía entre 14 y 16 puntazos (no puñaladas) en el lado izquierdo de su cuerpo. Uno de ellos, en la vena aorta, que habría sido determinante para el final de su vida» contaron vecinos de la convulsionada Lomitas.
EL MARIDO
Pudo saberse que el esposo de la víctima «habría salido hacia el campo donde trabaja cerca de las 9 de la mañana. Y al momento de ser detenido y secuestrársele su celular, los mensajes que guardaba decidieron a los investigadores a la pronta detención de las mujeres».