“Si (Fernando) Lugo decidía resistir, el pueblo lo iba a acompañar; íbamos a rodear el Parlamento. Pero él prefirió la paz, es muy pacífico. Yo me enojé, pero ahora me doy cuenta que hizo bien” explicó un taxista paraguayo sobre la actitud del presidente paraguayo destituido el viernes en medio de una crisis institucional que afecta a los vecinos por sus consecuencias en las relaciones internacionales.
La exageración de las pasiones y fanatismos podría haber llevado a “un segundo marzo paraguayo”; las condiciones estaban dadas en este «Junio 2012», pero la Juventud está desafiando con un debate de ideas que «rompe el molde de la tradicional forma de ejercer el poder e incidir en la opinión pública». A tal punto que los periodistas fueron los más verborrágicamente violentos por sobre la cordura de la sociedad que mostró cordura y apego por la pacificación.
La profesión me llevó a cubrir periodísticamente varias cumbres presidenciales en el país y en el exterior, además de importantes actos del gobierno nacional en diferentes provincias argentinas; con impresionantes y complejos operativos de seguridad; pero en ningún caso pude ver tanta tensión en los ciudadanos que “esperaban el desastre” entre connacionales en “las horas más tensas” de la destitución del ex obispo.
Cada hora en Asunción era diferente. En el Palacio de López se sucedían las visitas y el presidente Federico Franco “monitoreaba” las repercusiones internacionales del “golpe institucional” denunciado por su ex compañero de fórmula. Entre amigos, celebraba el regreso del Partido Liberal al gobierno después de 72 años.
Pero la sociedad paraguaya es “muy particular”. A tal punto que a 48 horas del suceso político más importante de los últimos años todo volvió a la normalidad; las páginas de “sociales” de los medios gráficos ya registraban los casamientos, quince años y eventos más destacados de la alta sociedad guaraní, pero hubo un detalle que sobresalió: la primera dama y diputada Emilia Patricia Alfaro de Franco anunciaba en el diario Última Hora que lanzaría su propia marca de ropa!!!.
Alejada de los sucesos que provocaron tensión entre los paraguayos, la legisladora también anunció la marca: EPA, sigla de sus iniciales.
EN LA TV PÚBLICA, MICROFONO ABIERTO
Llamativamente, la TV Pública paraguaya emite en señal al aire, por cable y online un programa especial (en vivo) desde hace un par de días. Con un «micròfono abierto» la ciudadanìa -mayoritariamente jòvenes- se expresan opinando sobre su parecer de los hechos que lo conmueven rechazando mayoritariamente a Federico Franco.
Este espacio se convirtió -primeramente- en el principal «bastión lugista» después de la destituciòn, pero ahora se muestra más abierto. Afuera, el ciudadano común se divide en «pro Lugo» y «anti Lugo». Una muestra democrática pocas veces vista y casi inesperada en el pais vecino que «abre micrófono» en la plaza púbica de la capital paraguaya reemplazando «sin filtros» a la prensa utilizando esta herramienta de comunicación.
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Lo más llamativo: es el nivel de formación política y tolerancia, a tal punto que un funcionario del actual presidente Franco tambièn llegò para expresarse.
Hoy, màs que nunca, Paraguay depende de los paraguayos dejando limando el poder absoluto de los medios y los gobernantes. Esta encrucijada tiene un ciclo sin cerrar.
Durante las extensas horas de cobertura en Paraguay, muchas veces relacioné esos sucesos comparando con Argentina y con Formosa. Son muchas las coincidencias y diferencias.
Juan Altamirano
noticiasformosa@hotmail.com