Los llamados “cuenteros” eran al menos cinco, dos mujeres que hicieron el ardid y tres hombres que entretuvieron al policía y evitaron que la maniobra sea descubierta señala el diario misionero El Territorio. El hecho ocurrió el pasado jueves en una sucursal de Banco Francés de Posadas. En Trelew (Chubut) con el cuento del tío robaron 43 mil pesos. Son buscados por INTERPOL y Migraciones. Serían cinco colombianos.
LOS SOSPECHOSOS «OPERANDO» EN TRELEW.
El grupo de delincuentes usaba uniformes similares a los empleados del Banco Francés.
Por el caso la Policía de Misiones dio a conocer una serie de recomendaciones ante esta modalidad delictiva conocida como «cuenteros», que es característica de las grandes urbes y que ya ha ocurrido en distintos puntos del país.
La denuncia del hecho fue el jueves al mediodía. El empleado de un supermercado mayorista dijo en la comisaría Primera que dos mujeres, bajo engaños y haciéndose pasar por trabajadoras de una entidad bancaria, le habían sustraído 37 mil pesos.
El denunciante relató que a las 12 llegó a un banco local y una vez dentro se le acercaron dos mujeres, vestidas con ropas similares a las que utilizan las empleadas del lugar.
Una de ellas le manifestó que debía ingresar a un box para atención al público donde lo iba a atender, por lo que sin sospechar nada extraño, la víctima se dirigió al lugar y explicó que iba a realizar un depósito.
Entonces otra supuesta empleada tomó el dinero que tenía y se lo llevó, supuestamente para entregarlo en un cajero y completar el trámite solicitado por el cliente.
En determinado momento la mujer que lo atendía en el box se retiró también y minutos después, como ninguna de las empleadas regresaba, habló con el gerente de la entidad bancaria.
El encargado le aseguró que no había empleadas atendiendo en los box a esa hora, por lo que al percatarse de que fue un robo llamó al personal de seguridad del lugar.
Así supieron que no sólo el cliente fue engañado, sino que el guardia también fue víctima de la distracción de la ágil banda estafadora, ya que un hombre lo mantuvo entretenido con diversas excusas para que no detectara los movimientos extraños de las mujeres.
La Justicia en turno pidió las grabaciones del banco, las que fueron analizadas y con ellas individualizarán a los sospechosos.
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