“Es la economía, estúpido”

Luego la frase se popularizó como “es la economía, estúpido” y la estructura de la misma ha sido utilizada para destacar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.

 

Poco antes de las elecciones de 1992, Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos, fundamentalmente debido a sus éxitos en política exterior, como el fin de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo Pérsico; su popularidad entonces había llegado al 90% de aceptación, un récord histórico.

En esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas.

Con el fin de mantener la campaña enfocada en un mensaje, Carville pegó un cartel en las oficinas centrales con tres puntos escritos: 1- Cambio versus más de los mismo. 2- La Economía, estúpido. 3- No olvidar el sistema de salud.

Aunque el cartel era solo un recordatorio interno, la frase se convirtió en una especie de slogan no oficial de la campaña de Clinton, que resultó decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes.

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