Dos hechos que alertan a la prensa en Formosa. Primero “le tocó” al movilero “Tintu” de Radio Uno durante un acto “en la vía pública” del diputado gremialista “Coqui” Zarza. “Lo patotearon” luego de que el parlamentario le pidiera con agresión verbal que deje de filmar.
Ahora ocurrió otro hecho repudiable. Un fotógrafo fue intimidado este miércoles durante el acto-organizado por un ministerio- desarrollado este miércoles en el Centenario.
El trabajador gráfico intentaba lograr una toma “panorámica” desde una tribuna del lugar donde se presentaban los candidatos del PJ local cuando “un grupo de muchachos en evidente estado de ebriedad o algo más, le pidieron que le sacara una foto.
El fotógrafo no los escuchó e inmediatamente fue “apretado” para que los registre con la cámara y le muestre la foto en la cámara.El testigo del hecho que contó este suceso a NoticiasFormosa dijo que sintió “el mismo miedo” que el trabajador de prensa y se fue del lugar.
Los “muchachos estaban alcoholizados” afirmó la fuente que agregó: “la culpa no es de ellos. Es de la gente que los moviliza y le permite ir en esas condiciones” y no descartó que “ellos mismos le suministren bebidas”.
Estos mismos «jovenes» serían los «encargados de la pirotecnia» cuando los simpatizantes fueron hasta Casa de Gobierno. «Una bomba de estruendo, o 12 x 1» cayó al piso y afectó a varias personas que fueron atendidas en el Hall por médicos y enfermeros antes de ser trasladadas a una ambulancia que participaba de la movilización.
Los actos políticos, reuniones, caravanas, caminatas son hechos periodísticos y la prensa los debe cubrir, pero los trabajadores de comunicación no estamos dispuestos a afrontar situaciones extremas ligadas a la violencia.
La campaña de las elecciones provinciales aún no comenzó y no estamos dispuestos a soportar la intolerancia de muchos dirigentes o funcionarios que “se creen” dueños de la verdad, la policía y la justicia.
NoticiasFormosa relata estos hechos en nombre de muchos comunicadores que “no pueden” expresar esta indignación e impotencia.
Los que deben corregir estas situaciones saben muy bien el simple procedimiento que deben ordenar para evitar males mayores.
El ministro de Gobierno ya lleva varios “problemas sobre sus espaldas” para exponerse a otro suceso triste. Por lo tanto, debe administrar medidas correctivas, y no salir a “la caza de brujas” para investigar a los que denuncian estos casos.