“Los hijos de” vienen acumulando varios casos de accidentes o judiciales de mucha trascendencia en los medios.
A saber: “la hija del” ex Procurador General y la negativa a un alcotest, el sobrino del diputado Cabrera e “hijo” de la concejal Cabrera de Ibarreta protagonizó un lamentable accidente que terminó con la muerte de una muchacho en la Ruta 81, el hijo de un empresario chocó contra un guard raid manejando un BMW en un increíble suceso que se llevó una muerte joven.
Otro que estuvo en la mira y llegó el caso a Tribunales es el caso del “hijo de” Daniel Taffetanni, por el caso de la muerte de los hermanitos Korsic.
Y ahora se agregan: “el hijo” de Isabelino Idoyaga y un caso “extraño” de denuncia de “pagaré en blanco” y el hijo (de 17 años) del intendente de Pirané que en un accidente “enganchó” con una camioneta a un acompañante de un motociclista en el acceso a El Colorado y escapó al pueblo donde el padre es jefe comunal abandonando a la víctima que tenía –en medio de la oscura noche- su pierna amputada a 50 metros del lugar del impacto.
QUE PASA?
Nada raro. Los “chicos crecen»?.
Y, en el caso de los hijos de políticos, indirectamente “golpean” la imagen del gobierno porque “la sociedad” ve emparentados al poder de turno con la justicia.
Los “descontroles” de “los hijos de” golpean fuerte en la comunidad. Y, casi siempre, afectan “al más conocido”: el gobernador.
La “segunda línea” del gobierno de Formosa –en muchos casos- en lugar de “sumar”, solo logran descrédito y ofreciendo “elementos de prueba” a la oposición para que lo “golpee” al gobierno provincial.
Salir a debatir si el gobernador Insfrán sabe o desconoce muchos de estos hechos sería “abundar sobre la nada”. Sólo el gobernador sabrá sobre ello.
Lo cierto es que –directa o indirectamente- “todas las macanas de los muchachos” le afectan. Una prueba de ello son los “famoso códigos de descuentos” que recibieron la extremaunción del mandatario “sin previo aviso” como señal de hartazgo.
Otro “mensaje” fue en el lanzamiento del Plan Textil cuando apuntó a los “proveedores” que compran en Buenos Aires y le venden al Estado sin “generar mano de obra local».
Encuesta en mano, no debiera extrañar otra medida –en los próximos 60 días- que “golpeen” a los que se amparan bajo el paraguas de poder para hacer negocios y sacar a relucir sus ínfulas de soberbia todopoderosa.