Mundo empresario formoseño bajo sospecha: la justicia investiga “una cesión de derechos de certificado de obra trucha”, rubricado ante escribano y sus derivaciones

 

El mes de abril el “mundillo” empresario formoseño se vio impactado por hechos que derivaron en intentos de homicidio  y denuncias de estafas. Probablemente no debe sorprender estos títulos dentro del ambiente, pero sí resulta importante no dejar pasar por alto estas circunstancias considerando los protagonistas de estas derivaciones que “van subiendo a un tono” que los formoseños no estamos acostumbrados de vivir ni ser testigos.

 

 

Los hechos que a continuación relatamos tienen nombre y apellido, empero por la “gravedad institucional”, trascendencia política-económica y judicial que contienen –y a pesar de poseer toda la documentación respaldatoriaomitiremos los nombres.

 

Solo alcanza con saber que se encuentran entre los “actores”, conocidos empresarios de la construcción, un ex funcionario provincial, una escribanía, un matrimonio conocido en el ambiente, un abogado “defensor” de un altísimo funcionario del gobierno provincial y al menos cuatro “desconocidos” que hacían las veces de “mandaderos” de los poderosos que manejan cifras muy elevadas y que, según se desprende de una “charla mediante mensajes de texto” registrada por escritura pública “se habla en millones y en dólares”.

 

 

LA CESION DE DERECHOS Y LA ESCRIBANIA

 

El caso que nos va a ocupar hoy, que se tramita en el Juzgado de Instrucción y Correccional Nº 6, refiere a una denuncia por “obligaciones negociables de certificados de una obra realizada en Laguna Blanca” que fue transferida a tres personas “perjudicando a una empresa constructora” por un valor en miles de pesos.

Para concretar esa operación, de “estafa, falsedad material de instrumento público y utilización de documento falso” (según solicita la fiscal Claudia Ontiveros Todone, solicita al juez se caratule la causa) los “acusados” solicitaron los servicios de un escribano del medio.

 

“Con la cesión de derechos en mano, al menos dos personas se presentaron en la Tesorería General de la Provincia de Formosa y cobraron el importe de los certificados.

Cuando los “supuestos verdaderos titulares” se presentaron –días despúes- a efectivizar el cobro se enteraron que “ya pasaron a cobrar!!”.

 

“Fue una mexicaneada” sintetizó un hombre de negocios de la construcción.

Si. Efectivamente se trató de una “avivada” que necesitó de cómplices que ahora la justicia formoseña deberá dilucidar.

Más allá del monto, que para los “protagonistas” de los sucesos es “poca plata”, queda claro que en Formosa se están utilizando “métodos cuasimafiosos” para dirimir cuestiones empresariales.

La historia relatada podría quedar en el anecdotario. Pero un hecho de intento de homicidio con arma reglamentaria, persecusión por la ciudad y denuncias cruzadas de “los mismos protagonistas” del “caso de la cesión de derechos en la escribanía” que parecen “muy ligados” presupone revanchas “de alto calibre”.

Hojaendo los pesados expedientes, el «fantasma» de caso Covone y su trágico final invade la memoria colectiva.

Las “cartas están echadas” y el mundo empresario puede “manchar” la paz social “cuando menos se espera” y no puede afectar a “inocentes”.

Es un deber de todos mantener la paz social, pero fundamentalmente el gobierno provincial debe velar con mayor celeridad que estos hechos no se sucedan “ni se manchen con sangre”.

Lo expuesto es solo “una pequeña parte” de los “increíbles detalles” que por momentos nos hace pensar que estamos viviendo en alguna controvertida ciudad mexicana invadida por la violencia y el delito.

El Ejecutivo sabe “muy bien” quienes son los protagonistas. Los conoce. Son sus contratistas. Tiene el “mapa” de “idas y venidas” de estos grupos que operan haciendo uso de nombres de empresas “de fantasía” escudados en el anonimato.

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