AMPLIACION – CON MAS DETALLES. Sábado a la noche, 25 de Mayo y San Martín, 14 minutos pasados de la 10 de la noche. Mucho movimiento en la esquina que forma parte del “paseo del perro” de los formoseños. En ese escenario, una pareja de gitanos y un amigo domiciliado en Lote 4 ingresaron a la sala de cajeros del lugar «en cuatro minutos y casi sin ejercer violencia” se llevaron casi 150 mil pesos de un cajero del Banco de Formosa. Era “todo” lo que había en la terminal automática que “continuó operando con normalidad”, pero rechazando las operaciones por “falta de dinero”.
Entre los detenidos “ya se habían repartido el botín”, pero “una parte ya la habían utilizado o escondido en otro lugar” de acuerdo a las conclusiones de los dos allanamientos concretados por la Policía provincial con personal de las secciones Robos y Hurtos, Investigaciones y “los jefes” de la seccional Primera, de acuerdo a lo que pudo observar NoticiasFormosa cuando llegó al lugar.
Violentado uno de los dos cajeros de esa tradicional esquina capitalina, se activó la alarma bancaria. Situación que movilizó a personal de seguridad del banco, policías y directivos de la entidad.
DESCONCERTADOS
“Muy extraño”, así calificaron los investigadores de la Policía provincial al suceso. Ninguno de los tres detenidos tras el rápido esclarecimiento del delito “tienen antecedentes” de ese tipo de “incursiones” en robos.
Por ello, una de las hipótesis que se analiza es que “la ocasión hizo al ladrón: entraron, encontraron ocasionalmente un pequeña puerta del cajero semiabierta, forzaron una segunda (la de la caja fuerte, que contiene el dinero), quedó una pareja dentro de la sala y el tercero ofició ´de campana´ en la vereda haciendo la cola evitando que otro cliente ingrese al lugar donde se cometía el ilícito”.
Los atrapados malhechores no contaron con un detalle mayor: las cámaras de seguridad instaladas en el lugar, sumadas a los registros “de movimiento” de las operaciones realizadas ayudaron a esclarecer el llamativo suceso.
Empleados del banco había “cargado” esa terminal el pasado viernes cerca de las 8 de la noche. Y el robo se perpetró 26 horas después “en un horario, esquina y día que ningún delincuente profesional lo haría” explicaron las fuentes.
“Eventualmente” agregaron “si quisieran concretar un golpe” sin mayores contratiempos, “hubieran optado por elegir otro cajero más alejado del centro y con menor tránsito y, por supuesto, en fotro horario!!! Como por ejemplo, los ubicados cerca de la terminal de ómnibus” señalaron.
Por ello, a pesar de que las pesquisas no le quitan la mirada, los empleados bancarios podrían estar ajenos de este ilícito.
Para concretar el robo, la pareja (26 años ella y 40 él, viven en el barrio San Francisco) ayudados por “un amigo” (30 años) del barrio Lote 4 (todos se dedican a la compra y venta de autos) y la titular de la tarjeta de débito (de 23 años, vive en el barrio San Francisco) utilizaron un Chevrolet Vectra -como vehículo de apoyo, también secuestrado-, además de un revólver.
La titular de la tarjeta de débito «no es empleada pública», habilitó su cuenta bancaria en diciembre del año pasado y realizó un sola operación financiera. Minutos después de concretado el asalto al banco «realizó una consulta de saldo».
Cuando llegó la policía y personal de seguridad privada constataron que las puertas se encontraban abiertas, mientras que la tapa del compartimiento de extracción de efectivo se hallaba fuera de lugar, surgiendo a través del cotejo de la cinta de auditoría, la sustracción de tres cartuchos que contenían dinero en efectivo, suma cercana a los $ 150.000.
Inmediatamente se convoca al personal técnico de la División Criminalística y se da participación a la Sección Robos y Hurtos del Departamento Informaciones, informándose de la situación al Juzgado de Instrucción en turno, verificándose como primera medida las cintas de grabación de las cámaras y cotejo de las últimas operaciones realizadas, surgiendo sospechas de una mujer a quien se la vio acompañada de un hombre, orientándose las acciones hacia estos últimos.
A partir de estos datos fundamentales, la prevención comenzó a reunir indicios ciertos sobre la identidad de los sospechosos, logrando establecer los lugares de residencia, montándose vigilancia discreta sobre el domicilio de ambos, en el barrio San Francisco (calle Emilio Senés al 700) y Lote 4 respectivamente, poniendo las evidencias a consideración del juzgado para la obtención de la orden de allanamiento.
Con el mandato judicial, en las primeras horas de la mañana de este domingo, los investigadores dieron cumplimiento en forma simultánea a las requisas, que permitieron el recupero de la mayor parte del efectivo sustraído, discriminados en billetes de distintos valores, incautación de un arma de fuego, del automóvil Chevrolet modelo Vectra – de donde en recolectaron elementos incriminatorios – y aprehensión de dos hombres y la mujer, quedando alojados en sede policial a disposición de la magistratura interviniente en la causa
