La “nacionalización” de la protesta aborigen perjudica más a los formoseños que al gobierno

El arribo de medios nacionales a Formosa dejó de ser novedad. En los últimos días son varios los que pisaron este suelo. Mientras que para el formoseño común “ya dejó de ser una un suceso”, para los originarios se convirtió en una oportunidad “muy bien aprovechada».

 

A tal punto que en un breve análisis de los últimos acontecimientos podemos afirmar que “ahora los aborígenes utilizan a los medios porteños” para conseguir sus objetivos.

Atrás quedaron las denuncias de sustracción de DNI, entre otras denuncias graves.

Ahora, por un corte de ruta, los aborígenes “hacen escuchar su pedido en la pantalla nacional” y, recordando los hechos de La Primavera, la TV «se engancha».

El informe del programa de Luis Majul “hizo click” en muchos que se sintieron “ofendidos” por la comparación del periodista que mostró pobreza y la fastuosidad del Cincuentenario “en un solo combo”.

“Con ese criterio los del interior le podemos decir a Majul que proponga la venta del (teatro) Colón y destinarlo a la construcción de viviendas en el Indoamericano!!!” comentó un “formoseño común».

Esta “posición” exhibida en el programa “La Cornisa” en América y defendida (en vivo, en el estudio) por el titular del ex ComFeR, Gabriel Mariotto “sembró un antecedente, un antes y un después».

Ahora,  la protesta de la comunidad del barrio Namqom dejó de ser un “incomodidad” para el gobierno que “deja que los medios se expresen” y la información fluya hasta que desaparezca.

Actualmente, el problema –con o sin razón- molesta “más que nunca” a los formoseños en general: “por culpa de un grupo, quedamos mal todos los que habitamos y trabajamos en esta provincia” se quejan.

La “victimización” de los originarios de la protesta “hace mella” en Buenos Aires.

Pero parece que “todos los formoseños” no se ven representados “por los hermanos del barrio toba” y comienzan ya las reacciones.

El gobierno provincial “no dice ni mu” sobre los medios porteños (cambió la estrategia utilizada en otras ocasiones) y entonces “el orgullo formoseño se siente tocado” y se manifiesta más allá de su postura a favor o en contra del PJ gobernante.

Cuando la novedad deje de ser noticia y se apaguen las luces y las cámaras de TV, los aborígenes volverán a hacer lo que hacen siempre: recostarse sobre el gobierno “que la casi siempre le todo o casi todo lo que le pide” y –otra vez- acomodarán “sus porotos».

El panorama descripto no significa que “el gobierno es una víctima”, ni que “hace todo bien!!!”.

Tampoco que “los reclamos aborígenes” son injustos.

Y tampoco que “la oposición se beneficia” con la difusión masiva del reclamo.

La modalidad de protesta “nacionalizada” solo trae malos recuerdos: dos formoseños murieron en “una lucha de pobres contra pobres” que, hasta ahora, no aportó ninguna solución ni acercamiento. Las disputas se taparon “con tierra y llanto».

Por la memoria de dos víctimas de la lucha estéril: Roberto López y Eber Falcón, los formoseños deberán dejar de lado la política y los intereses personales y dedicarse a “lavar los trapos sucios” en casa, “de este lado del Bermejo».

De lo contrario, a Formosa  le costará ser ejemplo de algo por más esfuerzo que haga este u otro gobernador.

Algún día nos podemos poner de acuerdo en un concepto básico: Primero está Formosa y los formoseños, luego los hombres, los partidos, las apetencias personales y las ganas de “ser famoso por tres minutos”?.

mail: noticiasformosa@hotmail.com 

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