Los “trapitos al sol” que aparecen en el PAMI Formosa, pueden ser el principio de un gran escándalo

Lo que arrancó como “una interna más” entre dos ex grupos fuertes de Ingeniero Juárez (los Fernández & los Calderón) puede terminar en un escándalo de proporciones donde ya intervino la Unidad Fiscal para la Investigación de los delitos cometidos en el ámbito de actuación del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (UFI).

 

Víctor Fernández, primero sonrió, pero ahora sabiendo que el barro «le puede salpicar» busca la manera de «mantener en secreto» las investigaciones que ocurrieron dentro del PAMI local. El hijo del caudillo, ocultaba con su silencio si hubo alguna irregularidad?

 

 

María Angélica Martínez de Calderón, esposa del extinto ex titular de la Caja de Previsión Social provincial, desembarcó en el PAMI Formosa –en el área de subsidios- allá por lo 90´ cuando “en la época de Menem” le “pagaron una factura política” a la familia por su afinidad y apoyo al riojano con la fracción política “Federalismo y Liberación”.

 

Convertidos al “gildismo”, “los Calderón” apostaron y lograron que la mujer logre un escaño en el Concejo Deliberante de la capital. Su paso “fue sin penas ni gloria”.

 

Había pedido licencia en el PAMI, pero al finalizar su mandato regresó al área que ahora la justicia federal decidió alejarla “por seis meses, hasta que se esclarezcan las denuncias” que obran en su haber luego de iniciado un “sumario interno”.

 

En su reemplazo, asumió un “delfín” cercano a Víctor Fernández (h), “el abogado Palavecino”.

 

La poderosa camioneta del titular del PAMI local, estacionada en la vereda de la delegación provoca el rechazo de «los abuelitos»

 

LA DENUNCIA

 

La Unidad de Gestión local gestiona y otorga subsidios a jubilados con diversos fines: refacción o construcción de viviendas, abuelos con necesidades básicas insatisfechas, por ejemplo.

Para ello, es necesario que le “tomen datos” a los futuros beneficiarios que cuando perciben el monto (que se realiza en efectivo porque en lugares lejanos del oeste provincial no hay bancos para entregar cheques) lo rubrique con la correspondiente firma.

Aquí el detalle. Un “familiar” de la Martínez de Calderón la habría denunciado porque “no sabe ni leer ni escribir”, pero “en los papeles” es un beneficiario que “nunca habría recibido la plata”.

 

La impresión del dígito pulgar (que reemplaza la firma) es la duda de la justicia que ahora está abocada a esa investigación.

 

 

Cercanos a los pasillos del PAMI local aseguran que “habría empleados que lastimosamente estarían involucrados, poniendo el dedo”.

 

El supuesto frustrado beneficiario “hizo la denuncia a PAMI Buenos Aires” y allí “se destapó la olla”.

 

Con una pícara sonrisa a flor de piel, Fernández aprovechó la situación para “sacarse del medio” a su “adversaria política de toda la vida en el pueblo”, pero “al parecer” hay puntos oscuros en su gestión que también lo involucran” en el manejo de “la caja” del PAMI.

 

Y EN EL MEDIO!!!!

 

Si, para agregarle más “pimienta” a este culebrón, aparecen en escena las hijas de “los Calderón”: una de ellas trabaja para un diputado nacional del PJ y la otra para una senadora nacional del mismo partido pero, actualmente, “de la vereda de enfrente!!!”.

 

MIRAR CON ATENCION

 

Desde el “quinto piso” de Casa de Gobierno miran y analizan cada movimiento de “la interna de pueblo traída la capital”.

 

Claro que conocen a la viuda de Calderón y no se verán extrañados de que la mujer “revolee la media” con el afán de salvar su honor y tranquilidad económica “justo ahora que murió el esposo y está tramitando su jubilación”. Todo puede pasar.

 

Cinco ambulancias que se habrían entregado a la delegación local, que no se saben dónde están, es otro “punto” que podría formar parte de una próximo capítulo del culebrón de “Los Calderón & Los Fernández”.

 

Por ahora, misterioso, Víctor Fernández se esconde de los llamados de la prensa y analiza con sus cercanos los pasos a seguir, pero es consciente que “están jugando con fuego, y cualquiera se puede quemar”.

 

Sus antecedentes políticos no son de los mejores: “fue capaz de pelearse con el padre por poder!!!!, es capaz de todo!!!!” dicen quienes los conocen “muy bien” en el oeste formoseño donde el padre supo ser “un capo”, pero ahora, con la llegada del asfalto “cualquiera llega y habla por celular con los dirigentes que solo dialogaban con don Víctor” explican.

 

Hasta aquí, la primera parte. Los trapitos vieron el sol. Seguirán “lavando la ropa” más allá del Bermejo?

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