Gialluca, “el devaluado Robin Hood vernáculo”

El devaluado Robin Hood vernáculo

El Defensor del Pueblo local tiene un afilado mecanismo comunicacional que sólo es eficiente en el traslado de la información. Sus textos son tan confusos y vuelteros que no hacen más que reflejar el objetivo real de sus funciones.

Defiende a unos pocos vecinos cuando no aparecen involucrados los resortes sensibles del gobierno provincial; si el caso fuera otro, surge la esencia de su propósito.

Es una especie de Robin Hood aldeano. Este pretende emular al conocido personaje del medioevo que en los bosques ingleses se dedicaba a saquear a miembros de la Corte para redistribuir el botín entre los pobres.

Nuestro Robin Hood no saquea dinero ni joyas.Lo suyo es mucho más terrenal; el nuestro pretende erigirse en una especie de paladín que defiende a los formoseños de empresas de servicios, pero a esta altura de los acontecimientos ya todos saben que se trata de alguien mucho más emparentado con lo grotesco que con un funcionario al que la Constitución le reserva objetivos claramente tipificados que permanentemente reemplaza con los de un obsecuente del poder de turno.

FUENTE: Diario Opinión Ciudadana
 

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