Se fue un apasionado

 

 

Sus condiciones de escriba lo llevaron a trabajar rápidamente al desaparecido Nuevo Diario donde compartió la redacción junto al también desaparecido Armando Cáceres, Ricardo Sidicaro, Tonchi Gimenez, Max Berenfeld.

 

Antes del cierre de dicho matutino, allá por el año 1994, ya había decidido acometer un emprendimiento gráfico personal y así puso en circulación el periódico El Próximo Minuto, luego de lo cual trabajó en el también desaparecido diario Tiempo, cuyo propietario era el ex subsecretario de Comunicación Social, Darío Alcides Solís.

 

También trabajó en Formosa Televisión Color (FTC) Canal 3. Desde allí, y atento a la vinculación política que tenía con el ex senador nacional Ricardo Branda, fue el factotum del también desaparecido diario La Voz, que estaba montado en el complejo radial de la AM 990.

 

Uno de los últimos emprendimientos periodísticos en el que participó en Formosa, luego de lo cual, se supo, fue a trabajar al Congreso de la Nación, junto al ex diputado nacional por la UCR, Miguel Insfrán.

 

Poco es lo que se sabe acerca de las actividades que realizaba en Buenos Aires, donde estaba afincado desde hace varios años, junto a su mujer, la también periodista Silvina Molina.

 

Se comentaba que trabajaba en la corresponsalía argentina de la agencia española de noticias EFE, además de ejercer también la docencia en una escuela de periodismo.

 

En Formosa, Luis María trabajó en el diario La Mañana, Radio Tropical, FTC Canal 3, AM 990, Diario La Voz y Tiempo, Radio Provincia y la recordada FM 94.1 y lógicamente fue jefe de redacción un tiempo del diario Formosa, donde dejó gratos recuerdos.

 

Sostenía que “quiero que los amigos me recuerden como soy: un apasionado y divertido periodista”.

 

Sin dudas, Luis Otero no solo fue un histriónico en la vida, sino un apasionado en su labor, un periodista que anhelaba crecer e investigar en todos los órdenes, siendo una de sus armas, además de la prolijidad de enhebrar datos, actuando en consecuencia.

 

Cuando fue jefe de redacción del diario Formosa, fue un excelente compañero, dejando de lado la petulancia o la jerarquía de su cargo para convertirse en uno más del grupo, guiando a los más jóvenes en su labor periodística y sobre todo, dando sugerencias de vida reales, con ideas claras y concretas de las diversas situaciones que puede presentarse la vida.

 

Su inquietud por descubrir nuevos caminos lo llevaron a la silla de tantos trabajos y redacciones, demostrando que con esos pasos, hacían crecer su conspicua carrera y Formosa ya era su terruño decía.

 

Su tonada mendocina iba extinguiéndose para dar paso al timbre local que lo identificaba como uno más de nuestra geografía. Su pérdida física es lamentable, y más lo es cuando uno piensa todo lo bueno y malo que puede pasar al lado de una persona con estas características.

 

Desde acá nuestros recuerdos, que seguirán imborrables como sus movimientos indescifrables que caracterizaban a este hombre con ideales y una pasión desmedida, como pocos.

 

mail del autor:

papilinsilva@hotmail.com

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