La carta de los abogados al STJ

 

Reunidos en la sede de nuestro consejo el día miércoles 26 del corriente mes y año, más de un centenar de asociados han manifestado su grave preocupación ante  las medidas de fuerza dispuestas por la Asociación Judicial de Formosa, coincidiendo todos en que las mismas conllevan una innegable “denegación de justicia” debido a que las guardias mínimas constituyen una ficción , siendo que  la  realidad nos demuestra su insuficiencia, no alcanzando a paliar la parálisis de este servicio esencial, que desborda los tiempos y plazos procesales, impidiendo un rápido y eficaz acceso a la justicia.

Ante tan grave situación reiteramos la petición a ese Alto Cuerpo la adopción de medidas urgentes tendientes a preservar la  prestación del servicio de administración de justicia con el único propósito de asegurar a todos los habitantes de la provincia el legítimo derecho constitucional consagrado en el Art. 5 de la Constitución Nacional y Provincial.    

A efectos de salvaguardar nuestra responsabilidad profesional que  generará indudablemente  una mala praxis ante la imposibilidad de controlar el desarrollo de la tramitación de las causas que nos han encomendado y bajo el riesgo de incumplir con el justiciable, requerimos se adopten medidas extremas ante la imposibilidad de restablecerse de manera inmediata el servicio a v. cargo, peticionando expresamente la suspensión de los plazos procesales perentorios.

Ello porque los abogados somos los únicos que tenemos plazos rígidos, perentorios e improrrogables dentro del proceso y porque la demora de una justicia ineficiente se traduce en un enorme costo fijo para los Abogados que durante muchos años debemos hacer el seguimiento de los expedientes.

Una vez más dejamos a salvo, como lo hemos sostenido en anteriores presentaciones, que no desconocemos  la legitimidad de los reclamos por sus derechos que vienen realizando los trabajadores del servicio público esencial “justicia”, pero el mismo no debe soslayar a los destinatarios finales que son los justiciables, quienes también gozan de idéntica garantía constitucional.

Sin otro particular y en el convencimiento que sabrán interpretar la razonabilidad de nuestra petición, aprovechamos la oportunidad para saludar al Señor Presidente con atenta y distinguida consideración.

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