Fiel a su estilo, impuesto desde 1999, el gobernador “salió a la cancha con todo. Como más le gusta: de inauguración en inauguración, recorriendo el interior, poniéndose al frente, sin medias tintas, eligiendo y fustigando al enemigo (ocasional adversario), con pocas promesas, mostrando lo que logró construir durante su gestión.” Así lo sintetizó uno de sus más estrechos y “silencioso” colaborador.
Gildo comanda la campaña. «Juancho» ya se considera reelecto. Otti, espera la noche del 28.
El hombre, de perfil muy bajo, conoce “casi todos los movimientos” del mandatario y lo conoce “con todas sus mañas: no quiere perder ni al truco” explicó.
Se levanta más temprano que de costumbre, lee los diarios, los informes de sus colaboradores, “y ahora agregó Internet” graficó.
Sabe de memoria “los resultados electorales departamento por departamento, maneja encuestas y, durante los periplos por el interior en campaña le baja línea a los ministros” explicó.
“El verdadero Gildo (Insfrán) es el que ustedes conocen en campaña” agregó: “trabaja a full, todo el día. Hay que tener mucho training para seguirlo”.
Insfràn y un clásico de campaña: junto a Floro Bogado cortando cintas, inaugurando obras.
En estas elecciones legislativas el jefe del PJ se juega una carta fuerte: tiene en Formosa “un candidato del campo” –Buryaile- y es su deseo ofrendar al matrimonio Kirchner, “el 28 a la noche, en bandeja de plata”, los resultados que lo den como victorioso y al vicepresidente de CRA como “el gran derrotado”.
Cercanos al titular del Ejecutivo, saben que “Gildo es una máquina trabajando, más aún en épocas de campañas electorales”.
La tapa de los diarios del 29 de junio darán su veredicto.