Murió el periodista Reynaldo D´Agostini

El periodista Reynaldo D´Agostini falleció esta madrugada (de domingo) en el hospital Central de Formosa. Su cuerpo será cremado y sus cenizas serán esparcidas bajo un “árbol añoso, frondoso y en silencio”, tal cual era su permanente pedido entre familiares y amigos. “Tuvo convulsiones y un pico de presión alrededor de las 21,30 hs., recibió los primeros auxilios de familiares y un médico vecino del barrio San Martín, pero no pudo recuperarse más” comentaros sus deudos. Será cremado mañana, a las 10 hs. en Resistencia previa ceremonia íntima. Las cenizas trasladarán a nuestra ciudad.

 

 

El gobernador hizo saber a la familia que se haría cargo de los gastos del crematorio. 

Se fue un gran hombre, una gran pluma

Reynaldo había sufrido un accidente cerebro vascular casi dos años atrás que inmovilizó parte de su cuerpo y le afectó el habla.

Tras un año y medio de recuperación “salía solo y caminaba muchas cuadras. Es más, ya comenzaba a pronunciar algunas palabras” comentaron en la familia.

Además, “con la mano izquierda se la arreglaba para navegar en Internet y leer, por supuesto, los diarios locales y todo lo que tenía que ver con la Fórmula Uno”. Había perdido el habla y eso lo ponía muy nervioso.

Tanto como las injusticias que a veces le tocaba cubrir como periodista: “es una vergüenza” dijo “bien clarito” cuando se enteró por la televisión el caso del hijo del presfidente paraguayo Lugo.

Es que a “Dagos” como le decían los amigos decir lo que pensaba le trajo problemas con sus patrones. Siempre.  Dagostini tenía una “pluma” privilegiada. Escribió para el diario La Mañana, El Comercial, la Agencia Télam (realizando suplencias al corresponsal Evelio Ríos).

Trabajó en radios de la ciudad (Capricornio, Radio Uno) y redactó comentadas editoriales. Sagaz y conocedor de de “muchos entuertos” de la política local, se ganó el respeto de colegas y el mundillo político formoseño.

A los 55 años, cumplía uno más el 26 de agosto, quienes lo conocimos y tuvimos el gusto de trabajar con él que descansa en paz.

Su deseo será cumplido por la familia (su esposa Marita, sus hijos Ayelén y Nahuel y su adorada nieta Nayla. También su yerno: Ariel), su cuerpo será cremado en Formosa y dispersarán sus cenizas «bajo un árbol añoso, frondoso y en silencio. Así nomás quiero mi homenaje” siempre pedía entre amigos “no me lleven al panteón (familiar), no quiero eso” repetía.

Descansa en paz un gran hombre.

Hasta siempre Dagos, ya te podés cruzar con «Piquilo» De La Vega, Edgard Silva, Juan José Filippa y Ricardo Saraceni para recordar algunas anécdotas de los que quedamos por acá.

Y ojo con andar editorializando por allá arriba… todos los angelitos son blancos, no hay blancos y negros!!!

 

 

FOTOS: En el último agasajo a la prensa organizado por la Policía de la Provincia y un asado en el Sindicato de Televisión. Como siempre, rodeado de amigos/colegas.. y hablando de San Lorenzo!!!

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