La increíble historia de Junior Daniel, el niño formoseño que milagrosamente salvo su vida

El bebe nació en mayo del 2.006 en una conocida clínica infantil de Formosa; donde según la documentación que exhibe su madre –de al menos 300 fojas- “hubo mala praxis”. Después de luchar contra viento y marea la mujer pudo llevar a su hijo a un sanatorio en Capital Federal, donde el pibe tuvo 12 intervenciones quirúrgicas en 8 meses. Finalmente le salvaron la vida. Ahora, el niño viaja periódicamente a Buenos Aires para continuar su tratamiento, a raíz de las graves secuelas producidas en la clínica local.

 

 

 

Se llama Junior Daniel Riquelme, DNI 46.470.956, tiene 2 años y 10 meses. Su diagnóstico actual “es hidrocefalia congénita más epilepsia” y vive con sus padres Sandra Mariela Edith Leguizamón, DNI  27.675.681; y Daniel Riquelme, DNI 20.968.809; en la cómoda vivienda que le entrego el gobierno de Insfrán, en la manzana Nº 74, casa Nº 9, del barrio República Argentina.

La historia Júnior Daniel Riquelme, nació prematuro, con 31 semanas y un peso de 2.070 gs. el 5 de mayo del año 2006, en NEO-FOR, ubicado en el edificio donde funciona la clínica Versalovic. La madre Sandra dijo que “lo que debió ser algo normal para una futura mamá que espera con ansia el nacimiento de su bebé; se transformó en la peor pesadilla para mi hijo y toda mi familia. Porque luego de su nacimiento prematuro, los médicos sólo me dijeron que permanecería en la incubadora hasta que maduren sus pulmones y después podría irme a mi casa”.

“A los 21 días” continuó “Junior Daniel, tenía un peso de 1,5 kg., cuando note su cabecita agrandadita; a lo que un enfermero también coincide que tiene su cabeza con una dimensión poco normal. Le realizan unos estudios de rigor y finalmente los médicos me dicen que mi hijo tiene hidrocefalia congénita, por lo que me proponen operarle de la cabeza para colocarle una válvula”.

“Ante esta situación compleja que me proponían los médicos de NEO-FOR, le supliqué al Dr. Palavecino, que le derive a mi hijo a Buenos Aires, a un centro más especializado. Y el médico de manera soberbia sólo atinó a responderme que la obra social contrata los servicios de la clínica para resolver cualquier problema de salud; y que bajo ningún punto de vista solicitaría una derivación a otra provincia” explicó.

Ayuda

La mujer, desesperada, comenzó a golpear puertas, “me fui a la Obra Social del Personal de la Construcción, y me entrevisté con el auditor, el Dr. José Roberto Mastóri; a quien le imploré que me diera la derivación para mi bebe a un hospital ó una clínica en Buenos Aires. Ya que mi intuición de madre me decía que no permitiera que le abrieran la cabeza de mi hijo, en NEO-FOR”.

“El auditor, me dijo que no le podía derivarlo a mi hijo a otra provincia; porque no se trataba de una cirugía de alta complejidad, y que se podía solucionar en Formosa. En todo caso, si luego de la cirugía surge alguna complicación, recién ahí me otorgaría la derivación; pero que eso ya era un tema para más adelante” explicó la mujer.

Con lágrimas en los ojos, la madre recuerda haber “implorado al doctor  Mástori, por la vida de mi hijo. Y el solamente me dijo que si yo conseguía 3.000 pesos, que es lo que le costaba el traslado en ambulancia a la obra social; bajo mi responsabilidad, me daría la derivación a donde yo quisiera. Y en esos momentos uno se siente bloqueado y más aún ante el pedido de tanto dinero, para alguien tan pobre que ni siquiera casa propia tenía” relató la madre del menor.

La operación

La “madre humilde sin dinero” y “con su marido que trabajaba en la construcción” quedó sin opciones “a los 31 días de haber nacido y con un peso de 1.840 gramos, mi hijo Júnior Daniel fue operado en NEO-FOR”.

“Aparentemente la operación fue un éxito, es lo que me dijeron, sin embargo descubren que perdía liquido encefálico, aunque luego se recupera. Pero después lloraba mucho, y tanto insistí, que tras varios días recién lo ve el neurocirujano que lo operó. Y para mi sorpresa, de la noche a la mañana, el médico, decide operarlo nuevamente para sacarle la válvula, porque se había infectado”.

Muy angustiada, la mujer contó que “toda esta situación rara en torno a la salud de mi bebe, me puso muy mal. Entonces le pedí una explicación al médico que la operó, y solo me respondió, que la obra social le había comprado para mi hijo, la válvula más barata, y que estas cosas suelen suceder cuando el material es de baja calidad”.

La derivación a Buenos Aires

“El clima de tensión en la clínica era cada vez más raro cuando preguntaba por el verdadero estado de salud de mi hijo. Y para colmo debía soportar el atropello, la soberbia y las humillaciones de algunos médicos” relató.

Sandra Leguizamón, agregó que “luego de toda la odisea que viví en NEO-FOR, fuí muy decidida a la obra social, para sacarle a mi hijo de ese lugar donde lo estaban matando de a poco. Le explique toda la situación al auditor Mástori, y entonces si le firmó la derivación a Buenos Aires.

Cuando en la clínica ya le habían provocado un grave daño a su salud”. “Ese mismo día, un 12 de julio del año 2.006, durante la mañana en NEO-FOR, le sacan la válvula a mi hijo de su cabeza y después nos dirigimos al aeropuerto de la ciudad de Formosa. Pero una vez allí, los médicos que vinieron en el avión sanitario, luego de examinar a Junior, me dicen que no lo pueden llevar en esas condiciones. Ya que tenía mucho líquido en el cerebro”.

Finalmente, muy angustiada la madre, recordó: “lloré tanto ese día, que los médicos que vinieron en el avión sanitario, me dieron la posibilidad de volver a NEO-FOR con mi bebé; para operarle y extraerle todo el liquido que se pueda para poder subirlo al avión, sin peligro. Y así fue que mi hijo, volvió a ser operado en esa clínica del espanto, para poder viajar a Buenos Aires y  seguir luchando por su vida”.

La fe y el esfuerzo

Después todo lo que padeció esta madre formoseña, su hijo y toda su familia, más no le podía suceder. Y la esperanza llego desde el cielo, en busca de otros horizontes para poder seguir viviendo.  Sandra comentó que “luego de muchos maltratos y atropellos a la dignidad humana que sufrimos, finalmente mi hijo Junior llegó a Buenos Aires. El extenso examen médico en el Sanatorio Franchin, fue determinante porque a mi hijo le diagnosticaron desnutrición, deshidratación grave, mucha fiebre, y además un cuadro de meningitis”.

Continuó la madre, dejando caer lagrimas de sus ojos, “hoy, después de más de dos años y diez meses, y con 12 cirugías realizadas por los profesionales médicos del Sanatorio de Capital Federal, a quienes agradezco de corazón; Junior, esta bien de salud, recuperándose, a pesar de todo el daño que le hicieron”. 

Finalmente, Sandra Mariela, aferrándose a la imagen de Jesús Misericordioso, dijo, “a veces la impotencia y tal vez la ignorancia que uno tiene, por desconocer de la ciencia, entrega su hijo a un grupo de personas inescrupulosas. En mi caso particular fueron profesionales formoseños en quienes en un primer momento confié, ya que tampoco tenía otra opción; sin embargo, tal vez sabiendo lo que hacían, le dañaron a mi hijo para toda la vida.

 

Pero se que hay un Díos, y El es el que va a hacer justicia. Mientras tanto, aunque me duela en el alma todo lo que me hicieron; voy a seguir luchando con todas mis fuerzas de madre, por la dignidad de mi hijo Junior Daniel. Y a los médicos de NEO-FOR, les digo que hagan su profesión con amor a la vida, y no por amor a la plata.”. Si padeciste un caso similar, el celular de esta mamá formoseña es, 03717-15656762.

Colaboración: Ramón del Villán Garicoche

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