La realidad en una corta carta

 

 

Un espacio de esperanza

Después de varios días de profunda reflexión compartida con mi familia y con algunos compañeros, me tomo el atrevimiento –como padre, como ciudadano y como peronista- de escribir estas líneas, a raíz de algunas cosas que están sucediendo en nuestra provincia y sobre las que todos los formoseños deberíamos pensar seriamente. Sin fanatismos y con la mano en el corazón.


Soy un trabajador que ya ha superado los 50, poca escuela, mucho esfuerzo. Como a la gran mayoría, el retorno de la democracia me abrió las puertas de la esperanza. Soy padre de varios hijos, los mayores ya orillan los treinta.

Como todos, siempre soñé para ellos lo mejor; que pudieran estudiar, que tengan trabajo y puedan realizarse, como decía Perón, “en una comunidad que se realice”.

Debo reconocer que han salido luchadores como nosotros, honestos y buenos hijos. Terminaron el secundario pero no pudieron seguir la facultad. En más de diez años, ninguno conoció todavía lo que es tener un trabajo digno y un salario justo; y como ellos, la mayoría de sus amigos. No conocen lo que es tener obra social ni aporte jubilatorio. Por lo tanto, aunque quieran, no están en condiciones de formar una familia estable y si siguen así siempre van a necesitar de un subsidio. Como reunía las condiciones, uno de ellos trató de ingresar a la Policía, pero como no tenía padrino, no lo llamaron.

Yo me pregunto: ¿Ellos no son “el Nuevo Hombre Formoseño”? ¿Acaso esto mismo no le pasa a la mayoría de los jóvenes de nuestra provincia?

Conozco casos de algunos que se recibieron de profesionales y tuvieron que ir al Sur porque en el “Nuevo Modelo” no sólo no hay lugar sino que los maltratan. ¿Qué tendríamos que hacer los formoseños? Porque nos dicen que la provincia anda muy bien; pero… ¿nuestros hijos no son la parte fundamental? 

Pero como soy un optimista, en los últimos tiempos me puse muy contento, ya que vi que los dirigentes de distintos partidos parece que por fin están dispuestos a unirse para proponer algo distinto. Y más contento aun al ver que uno de los que integran ese grupo es el doctor Vicente Joga, un hombre con experiencia que sabe de política en serio y que seguramente va a ayudar mucho para que esto cambie.

Ojalá no nos defrauden. No se olviden que Perón llegó al poder uniéndose con distintos sectores, muchos de ellos eran radicales. Creo que hoy viene muy bien aquella frase “a esto lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”; ¿se acuerdan?.
Yo tengo mucha esperanza, no sólo por mí sino por nuestros hijos.

Ramón Aranda
DNI 5.085.267
Estanislao del Campo

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